Respeto. Esa es la palabra que más le enorgullece oír al venezolano Roberto Rosales cuando se habla de la reputación de su selección en el ámbito del fútbol sudamericano. El lateral ha visto cómo la opinión generalizada iba cambiando al ritmo de los progresos de la vinotinto, la sempiterna rezagada convertida en una alumna aventajada rebosante de sueños. ¿Su última aspiración? Participar en Brasil 2014 en la que sería la primera Copa Mundial de la FIFA™ de su historia. Algo que podría ser factible si tiene éxito en sus dos próximos partidos de clasificación, a disputar en Perú y Paraguay.
«Desde hace 10 años, la gente nos mira de otra manera. La percepción de nuestra selección ha cambiado, nos hemos ganado el respeto del rival», confió a FIFA.com la figura del FC Twente y primer futbolista venezolano en anotar un gol en la Liga de Campeones de la UEFA. Internacional absoluto desde 2007, tras un precoz paso por la Sub-20, Rosales, de 23 años de edad, no se hace ilusiones con respecto al margen de error de los semifinalistas de la Copa América 2011.
«Antes de nuestra excelente actuación en Argentina, nos sometimos a una preparación muy intensa. Trabajamos a conciencia y todos estábamos en la misma línea. Solo así podremos seguir progresando e ir a Brasil», explicó el ex defensa del Gante, club en el que recaló a sus 19 años procedente del Caracas FC. «Las expectativas del público han cambiado, es normal. La gente espera más de nosotros, nos siguen incluso con más fervor y en este sentido, la responsabilidad se nota mucho más. Pero no nos pesa, porque es un honor, no una carga adicional».
Casi la mitad de los integrantes del combinado que dirige César Farías atesora una dilatada experiencia en las ligas europeas, donde juegan todos los fines de semana, y por eso Venezuela ha conseguido dar un paso adelante en la escena continental. El pasado mes de junio, José Salomón Rondón aseguró con convicción a FIFA.com:
«Hay que tener cuidado de no llenarse de ego, porque podríamos agobiarnos y descentrarnos del objetivo. Se llegó aquí con una humildad que debemos mantener». Tres meses después, Rosales se hizo eco de las palabras de su compañero. «La principal lección que aprendimos el año pasado es que nunca hay que abandonar. Todo es posible si de verdad se quiere y se ponen todos los medios para lograrlo. Hay que mantener la mentalidad y el ansia de llegar más alto, de darlo todo por el país».
Paciencia y sensatez
Venezuela, la única representante sudamericana en liza que no ha participado nunca en la gran cita mundial, puede contar en esta ocasión con las jóvenes promesas que alcanzaron los octavos de final de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Egipto 2009. La vinotinto, que se mostró más eficiente que Bolivia y Perú en las dos últimas ediciones de la competición preliminar, continúa su particular metamorfosis con las ideas claras, rebosante de paciencia y sensatez.
«Todos los futbolistas jóvenes de mi país que salen de casa a una edad muy temprana conocen bien las virtudes de tener paciencia. Mi primera temporada en Europa fue muy difícil porque no jugaba mucho», rememoró Rosales, que en su primera campaña solo disputó 15 partidos de liga. «Fue preciso que no tirara la toalla, que siguiera teniendo confianza y que aprendiera a cambiar mi estilo de juego. Había que ganarse la confianza del entrenador y de los compañeros», recordó el venezolano, que también quiso dar las gracias a sus allegados. «Sin mi familia, quizás hubiese regresado a casa. Siempre me han aconsejado bien. Es una gran suerte», añadió el campeón de la Copa de Bélgica 2010 bajo la batuta de Michel Preud’homme, al que siguió al Twente en verano de 2010.
«No me lo pensé dos veces a la hora de firmar con el Gante. Para mí era una oportunidad excepcional de convertirme en mejor jugador y de madurar como hombre. Jugar en Europa era mi sueño, aunque no me resultó fácil al principio», concluyó Rosales, quien ya suma 35 convocatorias internacionales.
Trabajar a conciencia sin protestar para lograr lo imposible: Rosales encarna él solito el alma y los sueños de la vinotinto.
LaVinotinto.com
Foto: Carlo Dragone