Un reloj diseñado por el fallecido arquitecto brasileño Oscar Niemeyer fue inaugurado este miércoles en la playa de Copacabana de Rio de Janeiro para marcar la cuenta regresiva de 365 días para el Mundial de fútbol de 2014, en presencia del exastro Pelé y de otras autoridades.
El dispositivo muestra el tiempo que queda para el 12 de junio de 2014, cuando se disputará en Sao Paulo el primer partido del segundo Mundial que organiza Brasil desde 1950.
«Vamos a hacer una excelente Copa del Mundo sin dudas, tenemos confianza», dijo Pelé, embajador de Brasil para la Copa del Mundo.
Además de Pelé, ganador de tres Copas del Mundo con la amarelinha, asistieron a la ceremonia el ministro de Deportes brasileño, Aldo Rebelo, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, el alcalde de Rio, Eduardo Paes y el director ejecutivo del Comité Organizador Local (COL) del Mundial, Ricardo Trade.
Por su parte, en un mensaje grabado, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo estar «feliz porque ya falta únicamente un año» para la Copa.
«Estoy convencido de que uno de los legados que dejará el certamen es el de contribuir a que este país se convierta en una potencia también en el ámbito de los valores sociales y culturales. Porque en un país tan multicultural, el Mundial no hará sino unir a la gente. En el fútbol no hay diferencias ni clases sociales», afirmó.
Blatter estará en Brasil para la Copa FIFA Confederaciones, que comienza este sábado y se extiende hasta el 30 de junio, y para visitar las 12 ciudades sede del Mundial.
El reloj fue diseñado por Niemeyer, un ícono de la arquitectura brasileña que murió en diciembre a los 104 años, e inaugurado tres días antes de la Copa Confederaciones, considerada un test para el Mundial.
Brasil y Japón se enfrentan en la apertura en Brasilia este sábado.
«Ganar o perder siempre depende de la suerte, de cómo estará el equipo. Espero no tener la misma experiencia cuando tenía nueve años en 1950 y vi a mi papá llorando junto a la radio», recordó Pelé en referencia al memorable Maracanazo, en el que Uruguay se coronó campeón del mundo.
A un año del Mundial, Brasil aún tiene que finalizar las obras de seis estadios, y enfrenta atrasos en las áreas de infraestructura urbana, así como en la ampliación y modernización de sus colapsados aeropuertos.
Lavinotinto.com
Foto: centraldeportiva.com