El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, explicó en una entrevista con Efe que desde que asumió su mandato el reto ha sido que la pelota ruede, mientras en los despachos se limpiaba la historia negra del ente, acosado por los escándalos de corrupción.
«El principal logro que hemos conseguido es que el fútbol siga rodando, que haya una Copa Libertadores, que haya habido una Copa Centenario, que haya habido una Copa Sudamericana, al mismo tiempo de hacer todas estas reformas, creo que es arreglar el avión en pleno vuelo», afirmó.
Domínguez cumplió la semana pasada seis meses al frente de la Conmebol, tras sustituir al paraguayo Juan Ángel Napout, que fue detenido en relación con el «FIFAGate», un caso de corrupción en el que también está implicado Nicolás Leoz, exmandatario del ente por más de dos décadas, y ahora en arresto domiciliario en Asunción.
Domínguez se enorgulleció de que, en esas circunstancias, se hayan celebrado con éxito los torneos continentales que estaban pendientes, como la Copa Libertadores o la Copa América Centenario, en la que se conmemoraron los cien años de la Conmebol.
«Teníamos la Copa Libertadores bajo amenaza, teníamos la Copa Centenario con una presión muy alta, e interino a eso teníamos que seguir trabajando para reformar este marco regulatorio del estatuto», indicó.
La principal reforma llevada a cabo bajo su mandato ha sido la adecuación de los estatutos de la entidad, pendientes de aprobación el 14 de septiembre y encaminados a lograr «una confederación que necesita ser puesta en el siglo XXI» para que el fútbol sudamericano vuelva a su razón de ser.
En ese sentido, Domínguez dijo que «la Copa América estaba registrada a nombre de otra confederación», y que en estos momentos lo más importante es recuperar los activos de la Conmebol.
«No solamente fueron ultrajadas las competiciones de la Conmebol a través de dirigentes, sino por también dejadez de la convulsión de Conmebol. Entonces también recuperar lo que es nuestro, reorganizarnos y promover. Esa es la consigna», afirmó Domínguez.
Agregó que, aunque el fútbol siguió en marcha debido a la calidad balompédica del continente, la organización de los eventos deportivos «no dependía de Conmebol, sino de una tercera empresa», en relación a la Copa Libertadores.
Por este motivo, cuando tomó el mando del ente regional, se sintió «de manos atadas», aunque aseguró que ahora se está volviendo a recuperar un control que se había perdido.
«Lo que me atrajo a Conmebol en medio del problema es que vi la oportunidad de que esto, por difícil que fuera al principio, creo que va a terminar siendo muy agradable a mediano plazo, cuando podamos reencauzar esta confederación y veamos que el fútbol sudamericano se vea potenciado», explicó el presidente.
Indicó que el primer ejemplo de regeneración fue la Copa América Centenario, que se jugó en EE.UU. en el mes de junio, y que fue «un rotundo éxito desde todos los puntos de vista».
«Creo que la Copa América Centenario es un punto de inicio para muchas otras ideas que se puedan tener con respecto a cómo jugar la Copa América o si hay lugar para una segunda copa», añadió.
Para ello, el presidente de la Conmebol baraja nuevos desafíos y posibilidades para que la confederación se convierta de nuevo en el «orgullo del fútbol sudamericano».
«Venimos del siglo XIX, saltemos al siglo XXI, y que sea una organización que le haga sentir orgulloso al sudamericano de la representación organizativa de su fútbol a nivel del mundo. Hoy da vergüenza, en poco tiempo tenemos que estar hablando del orgullo de tener una confederación que desarrolle el fútbol sudamericano», dijo.
Domínguez ya propuso la iniciativa de jugar un partido entre la selección ganadora de la Copa América Centenario, Chile, y la campeona de la Eurocopa, Portugal, una tarea que tanto la Conmebol como la UEFA han aceptado ensayar.
«Nosotros deberíamos de ver cómo abrirnos, que el fútbol se propague. Por qué no jugar contra Europa, por qué no seguir buscando alianzas, a la gente le gusta el buen fútbol», afirmó.
Domínguez está centrado en que la Conmebol vuelva a ser sinónimo de fútbol y no de corrupción, y para ello ya tiene en mente el próximo proyecto que favorezca el mundo balompédico sudamericano.
«Una idea que me gustaría es por qué no probar con los equipos latinos de Europa, Italia, Francia, España, Portugal. Por qué no hacerlo, por qué no probar hasta dónde podemos llegar», señaló Domínguez.
EFE
Lavinotinto.com