– Dicen que ante Brasil le van a pedir más sacrificio táctico, defender y atacar, dos en uno…
– El entrenador sabe lo que puedo dar, pero está claro que mi principal labor es jugar arriba, voy a estar pendiente de atacar, también de defender, de echar una mano, de competir con los centrales de Brasil, compenetrándome como Salomón. Rondón y yo llevamos tiempo jugando juntos, nos entendemos. Si uno puede caer a banda, el otro entra por dentro. Pondremos todo lo que llevamos dentro ante Brasil.
– ¿Cómo ha afrontado la concentración tan larga?
– Bien, ha sido larga pero nos ha venido bien a todo el grupo. Trabajamos bien y llegamos al inicio de la Copa América en un gran momento, físico, deportivo y anímico.
– Venezuela llega con otro aire. Se acabó aquello de ser un equipo invitado y con el único reto de participar…
– Eso es así. Ya no venimos a jugar y ver qué pasa. Venimos a la Copa América a competir, a sacar puntos, a pelear, a estar arriba a luchar con Brasil sin complejos. Les hemos ganado en Boston 0-2, luego en otro partido premundial hemos empatado a cero. Hemos demostrado ya antes de venir a Argentina que estamos en condiciones de competir y poder estar al mismo nivel suyo.
– ¿Qué espera de este nuevo Brasil de Mano Menezes y su nueva generación del talento?.
– Veo a Brasil bien, con un cambio generacional importante en sus filas. Con un proceso novedoso de cambio, con la experiencia atrás de siempre, con Lucio en el centro, con un portero de largo recorrido como Julio César. Pero no es una selección invencible. Si se les corre, se les aprieta, se les trabaja, Brasil también tiene sus debilidades.
– Venezuela exporta jugadores. Es un nuevo vivero del fútbol europeo. ¿Cómo ha sido esta carrera hacia el éxito?.
– Estamos en el camino correcto. Han pasado muchos años para que América y luego Europa se den cuenta de que el futbolista venezolano es un jugador exportable, válido para competir en el primer nivel. Actuaciones como la de Juan Arango nos ha ayudado mucho. El ha sido una ventana para nuestro fútbol. En España, en la Bundesliga, Juan ha puesto talento y nos ha ayudado a todos. Ha abierto la puerta a Salomón, a Ronald Vargas, a Yohandry Orozco (Wolfsburgo), a Tomás Rincón (Hamburgo), a mí mismo. Venezuela está haciendo un gran trabajo en las inferiores.
– Debuta ante Brasil. Con Ganso, Pato y sobre todo Neymar. No se habla de otra cosa en España. ¿Tan bueno es Neymar?.
– Sí, es un grandísimo jugador. Le he visto jugar partidos de la Copa Libertadores, es joven y sí tiene descaro, ambición. Yo no soy nadie para juzgar si la Liga en Brasil se le ha quedado pequeña, pero se le ve con unas posibilidades terribles a Neymar. En cualquier caso, nosotros estamos preparados para competir contra él y contra el resto de la selección de Brasil. Mañana, se verá un partido entretenido.
– Argentina jugó y empató. ¿Le sorprendió ver a Leo Messi en otro escalón, sin ser tan brillante como el nivel diez que exhibe en el FC Barcelona de forma permanente?.
– En el Barcelona, Messi se rodea de otro tipo de jugadores. La cancha es más grande, está en mejores condiciones el césped, en Europa se juega más rápido, el fútbol permite más combinar, fluidez. En Argentina, dependen mucho más de él y se le carga de más presión. Quieren que él resuelva y aunque está acostumbrado a la presión, en el Barcelona se reparte un poco más la tarea.
– ¿Echa un vistazo desde La Plata a la actualidad de su club, el Getafe?.
– Lo veo con tranquilidad, sabiendo que hay un nuevo grupo inversor de Dubai que ha llegado al club, que está haciendo incorporaciones y esperando a un nuevo entrenador, con el que que en pretemporada habrá que buscar y competir por un puesto.
– ¿Hay más jugadores detrás de ustedes, del equipo actual de César Farías?.
– Esta Copa América va a reafirmar lo que estamos haciendo. Hay muchos jugadores que vienen por detrás, que nos obligan a apretar porque la dinámica es ascendente de las inferiores. No nos podemos dormir.