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Las pistas que dejó la Vinotinto sub-20

La Vinotinto sub-20 consiguió uno de los mayores logros de todos los tiempos en el fútbol venezolano. A partir de esa certeza, falta por saber qué traerá la actuación en el Mundial para un entorno que necesita estar en constante revisión y evolución.

Como hoja de ruta, la escuadra juvenil dejó algunas pistas para ser aprovechadas por todos los actores del medio criollo:

Trabajo en equipo. El colectivo se convirtió en un sello distintivo, con nombres destacados pero no insustituibles. El balompié criollo tiene un amplio número de integrantes, que necesitan compartir en la misma mesa y no abandonarla por temas de sencilla solución.

Organización. El Sudamericano se preparó durante meses y el Mundial también, con un respaldo deportivo y económico evidente. Se pueden plantear ideas pero en el país futbolístico falta que se establezca cómo hacerlas realidad sin que se desvíen de su propósito final.

Objetivos. La selección juvenil se trazó metas de corto, mediano y largo plazo, que fue completando una por una dentro de un plan. Las cosas difícilmente pasan de un día para el otro, pero cada uno va sumando en procura del desarrollo de los diversos ámbitos del deporte nacional.

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Experiencia. Jugadores jóvenes pero con recorrido profesional unidos a un cuerpo técnico capaz que asimiló las lecciones del pasado. Los que han estado desde hace tiempo y los que están empezando son útiles por igual si entregan un aporte para el crecimiento de la disciplina.

Coherencia. Desde el principio los términos de los miembros de la selección, dentro y alrededor de ella, fueron claros y realistas, avalados con resultados. Los hechos resaltan más que las palabras, no importa si son de aquéllos que no generan repercusión en el ambiente balompédico.

Seriedad. La Vinotinto redujo al mínimo las distracciones, respetó al adversario y se dedicó a enfrentar las dificultades con respuestas futbolísticas. Si se desvía la atención de lo prioritario y se enfoca en lo superficial, el éxito del fútbol del país estará permanentemente en vilo.

Exigencia. Alcanzar una clasificación, un resultado o un gol no fue suficiente y la representación venezolana siempre apuntó a más hasta lograrlo. Que se obtengan avances y victorias no puede dejar conforme a nadie, el balompié nacional deberá estar en permanente búsqueda de ser mejor.

Estas y otras señales más están allí, al alcance de todos de los que participan en uno de los deportes más seguidos del país, para que la hazaña se transforme en algo duradero.

Javier Rivera
Foto: Archivo
Lavinotinto.com

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