El rival de este martes fue menos exigente que Colombia. Panamá ofreció poca resistencia y la contundencia de José Salomón Rondón fue suficiente para reflejar en el marcador un trámite en el que Venezuela tuvo mayor claridad.
En la primera etapa, comandada por Rómulo Otero y Darwin Machís, la Vinotinto llevó la iniciativa e inquietó a la zaga centroamericana. Sin embargo, el ingreso de Rondón, Jefferson Savarino y Eduard Bello le dio el vuelco definitivo al encuentro.
Los dos tantos del atacante del Newcastle inglés dejaron en evidencia las debilidades ya mostradas por Panamá en el Mundial. Al mismo tiempo le dieron aire a un goleador que se había alejado de esa condición en la selección y a un equipo que no ganaba -y hasta hace una semana, que no había jugado- desde hace casi un año.
El paso por el Rommel Fernández cerró la semana vinotinto. Altibajos, detalles por corregir en lo defensivo, piezas que demostraron que necesitan más presencia en el equipo y un par de resultados que permitirán encarar el resto del año con un asidero.
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