Los presidentes del River Plate y del Flamengo se reunirán este martes en Asunción a invitación de la Conmebol para «revisar los aspectos» de la final de la Copa Libertadores, prevista para el 23 de este mes en Chile, en medio de los rumores de un cambio de sede ante la convulsión social en ese país.
A la reunión, que será privada, han sido también llamadas las autoridades de las asociaciones de fútbol de Brasil, Argentina y Chile.
«Conmebol ha invitado a los presidentes de los clubes finalistas de la @Libertadores, a los presidentes de las asociaciones de Argentina, Brasil y Chile, a una reunión el martes 5 de noviembre, con el objetivo de revisar todos los aspectos de la organización de la Final Única«, anunció este lunes en un comunicado la máxima autoridad del fútbol sudamericano.
A finales de octubre el Gobierno chileno ratificó su voluntad de que la final de la Copa Libertadores se dispute en esa fecha en Santiago, pese a la crisis política y social que vive el país desde hace más de dos semanas.
La nueva ministra de Deportes, Cecilia Pérez, dijo entonces que le transmitió al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, la «firme voluntad y compromiso» del Gobierno para que el duelo entre el River Plate y el Flamengo se realice en el estadio Nacional de la capital.
Pérez subrayó que el Ministerio del Interior coordinará las medidas para garantizar la seguridad el día de la final, la primera de la Libertadores que se disputará a partido único.
La cancelación de las cumbres del APEC y la COP25 anunciada la semana pasada por el presidente chileno, Sebastián Piñera, debido a las protestas había sembrado dudas sobre la realización de la final de la Copa Libertadores 2019.
Además de las cumbres del APEC y la COP25, la inestabilidad social provocó que la Conmebol suspendiera unos días atrás la Copa América de Fútbol Sala que debía celebrarse en la ciudad chilena de Los Ángeles entre el 23 y el 30 de octubre.
EFE
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