“Chita” Sanvicente quiere medirlo. No sea mal pensado. Deje el doble sentido y las burlas para reuniones familiares o de amigos. Es simplemente su respuesta al reclamo de César Farías, tras perder con la Vinotinto ante Honduras en Miami (0-2), donde expresó que “los jugadores del torneo local no están para jugar noventa minutos”.
El técnico del Real Esppor, poniendo una gota de humor como lo haría Emilio Lovera o Luis Chataing, manifestó que “empecé a investigar para comprarme ese aparatico que mide cuánto tiempo un futbolista puede actuar, así sabré a quien poner 60 u 80 minutos. Lo voy a buscar urgentemente (Risas). ¿Será una excusa del estratega nacional por la derrota? “Quizás”, agregó mientras alzaba los hombros y retorcía la boca.
Farías no fue el único trabajador directo de la Federación que resultó “salpicado” por la opinión de Noel. Laureano González (Vicepresidente) e Ignacio Sanglade (Tesorero), quienes afirmaron que nuestro fútbol junto al de Brasil y Ecuador, goza de un estado rentable en Sudamérica, tuvieron dedicadas las siguientes palabras: “No hay que tapar el sol con un dedo. Yo tengo una visión totalmente diferente. Que no retroceda es otra cosa, pero colocarlo por encima es engañar a la gente”.
-¿Cuál debe ser el camino entonces para seguir creciendo?
Convertir los equipos en clubes. Fíjate, por ejemplo, lo que ha crecido el Esppor desde hace un año. De vestirse en estacionamientos o tener apenas 18 jugadores Sub 20, ahora posee hasta compoticas, programas de radio y televisión, más un proyecto para disponer de cancha propia, así como una Casa Club equipada donde se pueda concentrar. Esa es la única manera de avanzar. El día que la directiva olvide eso, ahí habrá problemas y seré el primero en dar un paso al costado.
-Entre ganar un título y dejarle beneficios al club en sus bases ¿Qué elegirías?
Te voy a responder con el siguiente ejemplo. Táchira fue campeón de la última temporada, pero el técnico (Jorge Luis Pinto) no dejó nada y quienes lo integran ni dudan en reconocerlo. A veces, es necesario sacrificar cosas para conseguir un éxito que perdure.
-Ya que hablas de sacrificio ¿Vale la pena jugársela por el fútbol en Venezuela?
En este momento creo que sí. Ya se empieza a ver como un trabajo y no un hobbie. De hecho hace unos días, dialogando con los padres de algunos muchachos de catorce o quince años, me dijeron que los iban a apoyar. Se puede vivir de ésto mientras se vea como una empresa para dar y recibir. Es la única forma de que nuestro balompié sea bastante rentable.
-Dirigiste a César González alguna vez ¿Qué opinas de su llegada a River?
“Maestrico” es un jugadorazo. Ya triunfó en el futbol argentino con Cappa y en este momento llega a un equipo que tiene 90% de posibilidades para ascender a Primera. Ir a una institución tan famosa, tan querida y tan odiada a la vez, es la muestra de una decisión acertada.
-¿No haber sido pensado como la primera opción es malo?
A lo mejor no estaba de primero (Marcelo Estigarribia), pero era el segundo. Lo importante es que llegó. Ese juicio después se queda atrás. En este momento anda en buen ritmo. Si hace las cosas bien por más que alguien tenga lentes de cuero va a terminar aceptándolo. Tiene con qué para desarrollar su fútbol y triunfar.
-A Vizcarrondo también lo tuviste en Caracas y ahora nos representa en Argentina
Vizca para mí es un jugadorazo. Destaco la forma como salta y el no tener miedo a la hora de reventar el poste con un cabezazo si hace falta. La experiencia de jugar en Colombia y Paraguay lo ha profesionalizado más. No tiene techo. Ojalá la estadía en Olimpo le sirva de trampolín para irse a Europa.
-¿Y no lo ves limitado técnicamente?
No es un picapiedra. Lejos está de ser superdotado, pero tampoco es tan malo. Tiene uno de los mejores pases de 60 metros, buena pegada y ha mejorado en el uno contra uno. Vizca es el central que cualquier equipo desee. Hoy por hoy vale la defensa. Si yo quiero tener un jugador muy vistoso, pongo al 10 atrás.
-¿Qué metas tienes pendientes?
Una es dirigir fuera del país y otra es la selección. Son cosas que llegarán el día menos pensado, y cuando eso pase igual se va a imponer mi conducta.
-Pero Rafael Esquivel no sería una piedra en el zapato…
Honestamente te voy a decir que entre los dos, cuando mucho, hay un saludo. Puede ser que seamos como agua y aceite. Igual ahorita pensar en la selección es irse a que está haciendo un buen trabajo y debe felicitarse a todos sus componentes.
Por Juan Carlos Barriga