En la ciudad de la eterna primavera, el Deportivo Táchira no tuvo una buena noche y cayó goleado 4-0 en el partido de ida ante el Independiente de Medellín, en el inicio de la Fase 2 de la Conmebol Libertadores, los dirigidos por Juan Domingo Tolisano fueron superados en todos los aspectos por su rival colombiano.
Desde temprano Táchira la pasó mal en el “Atanasio Girardot”, errores en sus primeros movimientos y a la hora de retroceder generaron la jugada del penal en contra a los 55 segundos del arranque del cotejo, que los del DIM no desaprovecharon, Javier Reina transformó en gol la pena máxima con un disparo sutil que engañó al portero Contreras.
Los aurinegros se sacaron el dominio durante un chispazo, en el minuto 8, cuando un trallazo de Velazco desde fuera del área pasó muy cerca de la valla colombiana. Pero a los 15 minutos, los de Medellín ya empezaron a inclinar la cancha a su favor, con un desborde por izquierda y luego de varios rebotes la pelota dio en el paral derecho, era el aviso de lo que se venía.
El reloj marcaba el 23 cuando llegó la segunda anotación del DIM, una pelota filtrada por derecha a la espalda de la zaga y Larry Angulo llegó raudo para definir cruzado dejando sin argumentos a Contreras, 2-0 para la tropa de Bobadilla.
Los de Pueblo Nuevo lucían desconcertados, no lograban sacarse la presión y la velocidad de su rival, perdían una pelota tras otra, su rival le daba mejor trato al balón, hasta que llegó la perla del partido, Javier Reina, el mejor de la noche, aprovechó el pase de Ricaurte para desmarcarse y de zurda definió al lateral de la malla, era el 3-0 para el DIM.
Sin argumentos
Tachira en la segunda mitad trató de recuperar lo que perdió en el arranque, la entrada de Angarita generó otros espacios y permitió que Pérez Greco ayudara en la generación, pero no pasó a mayores, el Medellín no perdía la compostura a pesar de los intentos.
Duró muy poco el oxígeno y el reordenamiento, escasos 17 minutos cuando llegó la segunda amarilla de José Manuel Velázquez y su expulsión, de ahí en adelante todo fue resguardarse atrás. El error que originó el cuarto gol del rojo antioqueño, la anotación de Cuesta fue más una consecuencia del desespero y no una virtud del rival.
Muy poco del aurinegro que luego del 4-0 se quedó sin argumentos, un disparo de Miguel Camargo de media distancia y la valentía de Marlon Fernández, que trataba de contagiar a sus compañeros golpeados por un marcador que parece irreversible a pesar de que restan 90 minutos en Pueblo Nuevo.
Táchira regresa a San Cristóbal con los sueños rotos, y con la necesidad de enmendar las cosas para reencontrarse primero con su fútbol y luego intentar darle vuelta al resultado.
Nelson Gabriel Chacín
Foto: EFE
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