Venezuela ocupa la sexta posición de la tabla sudamericana con 19 puntos, a 3 de Uruguay y Ecuador que tiene, además, un partido menos. Así que sólo una afortunada combinación de resultados ajenos, y un triunfo propio, le podría conceder la opción de conquistar el quinto puesto y jugar el repechaje internacional ante Jordania en noviembre.
“Sigamos luchando por este país. No tengan miedo, no se rindan, no somos de un lado y de otro, somos una sola Venezuela”, arengaba el seleccionador César Farías tras la victoria ante Perú en la última fecha de septiembre.
A pesar del revés, y la actual sensación expectante, el rendimiento reciente de Venezuela ha sido más que meritorio y se refleja en su situación en la Clasificación Mundial de la FIFA donde ocupan el 36º puesto, igualando así su mejor posición histórica, que alcanzaron en abril de este mismo año.
Sin embargo, tras la conquista de abril, llegaron un empate en Bolivia y dos derrotas ante Uruguay y Chile que rebajaron, y de que manera, la euforia del cuadro sudamericano.
El éxito ante Perú dio un hálito de esperanza al proyecto mundialista y reforzó la escalada en la tabla mundial impulsando tres escalones a la Vinotinto. Lejos queda aquel 129º peldaño al que bajaron en diciembre de 1998, su peor ubicación desde que se realiza esta clasificación.
Factores del cambio
¿Donde se dio el punto de inflexión para el notable fortalecimiento de la selección vinotinto? Los propios jugadores apunta tres nombres como responsables del éxito.
“José Omar Pastoriza trajo una idea totalmente distinta, una idea táctica y de riqueza a nivel profesional, para que tomáramos el deporte de una manera diferente. Después, Richard Páez , un revolucionario que pensó en todo momento que el venezolano tenía cualidades para jugar de tú a tú con cualquier selección sudamericana. Y luego César Farías, una persona muy pensante, un buen líder que sabe enviar un mensaje que nosotros estamos recibiendo, muy enfermo por el fútbol, muy estudioso”, explicó recientemente a FIFA.com el central Oswaldo Vizcarrondo.
El capitán Juan Arango hizo el mismo análisis: “Desde la época de Pastoriza, el equipo viene incrementando su calidad. Diría que desde 1999 el fútbol venezolano viene creciendo exponencialmente. Pastoriza era un entrenador que hacía hincapié en que el equipo se parara bien sobre el campo. Luego llegó Richard Páez que buscaba un buen trato de balón… Farías ha tomado lo mejor de esas dos etapas. Ha unido ambas directrices, lo que dejó Pastoriza, y lo que dejó Páez, y él sigue sumando. Y sobre todo, está haciendo un gran trabajo al buscar e incorporar talentos jóvenes”.
“En mis inicios, los conocidos te preguntaban “Pero… ¿puedes vivir con el fútbol?”. Ahora esa ya no es una cuestión (…) Además había un limitante a nivel psicológico y mental”, afirmó Vizcarrondo.
Información extraída de FIFA.com
Foto: AFP
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