El retorno a los campos de juego de Ronald Vargas ha sido tan electrizante como buena parte de su carrera, haciendo olvidar pronto su larga lesión y obteniendo el retorno a la Vinotinto justo en el inicio de las eliminatorias.
La historia del mirandino es la de un futbolista que ha logrado imponerse a las adversidades con una fortaleza expresada en irreverencia, en el protagonismo en escenarios muy particulares. Hoy se le recuerda por el gol que le valió un título al Caracas, el que significó un empate para Venezuela en el Centenario de Montevideo o su racha anotadora en la pasada liga belga, más que por algunos altibajos que ha tenido en su trayectoria.
Vargas es un producto del fútbol criollo, de ése que empieza con los niños en las calles y los terrenos despoblados, se va amoldando en las escuelas de fútbol y toma mejor forma en los equipos profesionales. Así se fue puliendo un jugador que tiene desequilibrio, personalidad y la carga anímica necesaria para defender la camiseta nacional y formar parte de un equipo de linaje en Europa.
En un momento en que se están planteando soluciones aceleradas que dejan de lado las que ofrece el día a día del torneo nacional, es un refresco que Ronita esté de regreso pidiendo pista para retomar la consideración de mejor jugador venezolano que tuvo hasta que su rodilla izquierda se lastimó en un partido de su anterior equipo, el Club Brujas, a principios de año.
Apenas unos minutos en Anderlecht bastaron para que volviese a anotar y unos pocos partidos para que esté de nuevo en la selección nacional. Ante Argentina pudiese ver acción y ser parte de un conjunto que tiene la meta de clasificar al Mundial. Esta vez tendrá que hacerse un lugar entre un grupo de jugadores que está respaldado por el trabajo colectivo desplegado en la pasada Copa América.
Para Vargas será de nuevo otro reto al que enfrentarse. Como en el pasado, todo pasará rápido para él y tendrá a favor su caudal futbolístico, que luce inagotable, como el que fluye por las canchas criollas en la eterna lucha por hacer del fútbol nacional cada día mejor.
Javier Rivera
Foto Josepmir Ballon