Por: Daniel Prat Jerez
Enviado especial
Río de Janeiro-. Un buen número de autobuses ha partido de Buenos Aires en las últimas horas. Son miles de fanáticos que quieren llegar a tiempo para estar en Río de Janeiro el día que Argentina enfrente a Alemania en la final del Mundial. El trayecto demora más de dos días en transporte público, algo menos si se organiza en un vehículo particular.
La mayoría de los viajeros no tiene boletos ni dinero para comprar alguno. Sin embargo, la posibilidad de que su selección se corone campeona es suficiente para tomar los ahorros y viajar hasta la ciudad donde se jugará la definición del torneo.
Por cada peso argentino, las casas de cambio entregan 10 centavos de real, la moneda brasilera. El salario mínimo mensual de un trabajador argentino son 3.600 pesos, que en Brasil son 360 reales, lo que podría servir para permanecer no más de una semana en una ciudad tan costosa como Río de Janeiro. Pese a la diferencia, cada día son más los aficionados que se embarcan.
La agencia EFE reportó que Aerolíneas Argentinas abrió más de diez nuevos vuelos para la final y que todos los asientos se vendieron en apenas unas horas.
Una vez en Río de Janeiro, la afición argentina encontrará el ambiente con el que tienen lidiando desde hace semanas la primera avanzada, numerosa, de aficionados albicelestes, quienes han enfrentado a la afición brasilera en cada cancha en la que les ha tocado jugar, en cada calle que han tenido que compartir, en cada bar, en cada playa.
Durante su camino a la final, los aficionados argentinos encontraron siempre dos oponentes en las gradas. Los fanáticos del equipo contrario y la “torcida” brasilera, que siempre apoyó al equipo rival. La pelea terminó siendo siempre a tres bandas, en tres bloques.
Durante la semifinal, los distintos focos de holandeses presentes en el estadio Arena Corinthians gritaban a favor de su equipo mientras el bloque brasilero defendía a Pelé y criticaba a Maradona. “Mil gols / mil gols / mil gols / mil gols / So Pelé / So Pelé / Maradona cheirador”, cantaban incesantemente en un tema que recuerda los tantos anotados por el astro brasilero y los problemas de salud que llegó a atravesar su par argentino.
Desde la afición albiceleste responden: “Brasil decime qué se siente / tener en casa a tu papá / Te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar / Que el Diego te gambeteó, que Cani te vacunó, que estás llorando desde Italia hasta hoy / A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé”, un corillo que recrea la victoria argentina sobre Brasil en 1990.
La melodía, asegura la cadena BBC, es de la canción Bad Moon Rising, de un grupo estadounidense llamado Creedence Clearwater Revival, sin embargo, desde hace años la utilizan varias aficiones argentinas, entre ellas la de River Plate. Hoy ha sido adoptado por todos los fanáticos de la selección. El ritmo, incluso, ha sido entonado por el plantel argentino, por jugadores como Lavezzi, Mascherano o el mismo Messi.
La final de este domingo volverá a contar con la misma batalla. En una esquina estará la afición alemana, aupando a su equipo. En la otra la argentina, haciendo lo mismo con el conjunto de Alejandro Sabella. Y un una tercera posición será la afición brasilera, que estará recordando a Pelé.
Video 1: Victor Claudio
Video 2: Collar 1905
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