La invasión del campo comenzó en el tercer minuto del tiempo de descuento, poco después de que el árbitro anulara un gol clave que le habría permitido a Zamalek, campeón egipcio, mantenerse en la fase preliminar de la Liga de Campeones africana.
En el partido de ida, el conjunto tunecino ganó por 4-2, pero Zamalek sólo pudo marcar en la vuelta 2-1, lo que implicaba su salida del torneo, antes de que el partido quedara suspendido por los incidentes.
El gol anulado fue marcado por el jugador del Zamalek Mahmoud Abdel Razek "Shikabaka", cuando los ánimos en el Estadio de El Cairo estaban caldeados porque los aficionados veían que se les iba el campeonato, según las imágenes de la televisión.
La decisión arbitral hizo que cientos de personas se lanzaran a la cancha, mientras los guardias de seguridad intentaban proteger al trío arbitral y a algunos de los jugadores.
Por lo menos tres miembros del equipo tunecino, Wisen bin Yahia, Aymen Soltani y Mendi Resaisi, tuvieron que ser llevados a un hospital por las heridas sufridas por las agresiones de los aficionados egipcios.
También fue atendido el entrenador del Zamalek, Hosan Hasan, quien se desmayó cuando surgieron los incidentes.
"No sé cómo pude sobrevivir", afirmó en declaraciones radiales el defensor tunecino Jaled Suisi. "Estaba gritando de dolor mientras me golpeaban y me daban patadas", agregó.
Bin Yahia dijo que fue rodeado por veinte seguidores del Zamalek y por los golpes que le propinaron le rompieron la nariz. "Me libré de morir", agregó.
Los aficionados egipcios utilizaron golpes y pedradas en sus ataques y causaron destrozos en las porterías.
El equipo local se arriesga a sanciones de la Confederación Africana de Fútbol.
El primer gol, con ventaja local, fue marcado en el minuto 27 por Mahmud Fathallah, al convertir un penalti. Empató Wisem bin Yahia poco después, mientras que el lateral del Zamalek Husein Yaser marcó el segundo gol para los locales poco antes del descanso.
