Santa Fe y Huracán, que comenzaron en cancha ajena su travesía por las semifinales de la Copa Sudamericana, salieron ilesos de sus excursiones a las canchas del Sportivo Luqueño y el encopetado River Plate, síntoma claro de que pueden soñar con disputar el título de la decimocuarta edición.
El Huracán dio el jueves un golpe de autoridad en el estadio Monumental al derrotar por 0-1 al River, campeón de la pasada Copa Sudamericana.
El Globo, como es conocido el Huracán, tendrá la oportunidad de decidir el 26 de noviembre en casa la serie con tres puntos en las alforjas y la “ventaja invisible” de haber marcado un gol en territorio ajeno.
Cristian Espinoza logró con su gol a los 14 minutos lo que parecía impensado para muchos observadores. Es el cuarto tanto de su cuenta personal y quedó a uno de los máximos goleadores del certamen: el colombiano del Santa Fe Wilson Morelo, el ecuatoriano del Emelec Miller Bolaños y el paraguayo del Olimpia José Ariel Núñez.
El miércoles no fue Morelo el salvador del Santa Fe en el estadio Feliciano Cáceres de Luque, pero el mediocentro Baldomero Perlaza, con apenas dos minutos en la cancha, anotó de media distancia para dejar en 1-1 un partido que el delantero argentino Guido Di Vanni tenía ganando al Sportivo Luqueño con un golazo desde los 13 minutos.
El decisivo partido de vuelta se jugará el 25 de noviembre en los 2640 metros de altitud de Bogotá con la “ventaja invisible” de la formación colombiana de haber marcado un tanto en cancha ajena, que tiene un valor agregado a la hora de dirimir empates.
Di Vanni, como Cristian Espinoza, llegó a cuatro dianas en el torneo, lo que deja abierta también la lucha por el título de máximo anotador.
EFE
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