El fichaje del brasileño Ricardo Ferretti como seleccionador interino de México es visto como un golpe maestro de los directivos de la Federación que ahora tendrán dos meses para buscar al entrenador en propiedad que asumirá el desafío de llevar al Tri al Mundial de Rusia 2018.
Probado como un ganador, sobrio y con carácter, Ferretti parece ser el ideal para dirigir a la selección durante un periodo corto en el que el desafío principal es alcanzar una plaza en la Copa Confederaciones del 2017. El rival de la repesca es Estados Unidos y la cita es el 10 de octubre.
México ganó con polémica la Copa Oro el pasado mes de julio a raíz de discutidos arbitrajes y celebró poco porque un día después de la final el seleccionador Miguel Herrera agredió a un periodista y al siguiente fue apartado del cargo.
Antes del partido contra Estados Unidos, el técnico de Tigres tendrá que conducir al Tri en dos amistosos, contra Trinidad y Tobago el 4 de septiembre, y Argentina el día 8.
“Tuca” Ferretti se hará cargo del Tri sin dejar de dirigir al Tigres en el torneo Apertura, lo que para algunos sectores puede plantear un conflicto de intereses.
Tampoco se descarta que ante unos buenos resultados en los próximos amistosos y con la clasificación a la Copa Confederaciones los directivos opten por abandonar la búsqueda e insistan en seguir con Ferretti.
Es un momento clave para el fútbol mexicano y los directivos tienen el reto de elegir bien para encontrar por fin a un entrenador capaz de establecer un proyecto duradero, lo que no sucede desde la etapa del argentino Ricardo La Volpe (2002-2006).
El propio La Volpe es citado por la prensa como candidato para volver.
Los dueños del balón ahora tendrán un poco más de tiempo para decidir. Apostarán a que Ferretti los ponga en la Confederaciones y luego que el siguiente luzca tan bien en ese torneo como lo hizo México en 1999 cuando le ganó la final a Brasil, quizás el triunfo más importante de su historia.
EFE
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