España aterrizó en Brasil con ganas de certificar en la Copa Confederaciones su dominio internacional de los últimos cinco años en el mejor escenario posible, el legendario Maracaná, que el 30 de junio acogerá la final.
El histórico estadio de Río, escenario de grandes hazañas -la victoria de Uruguay en la final del Mundial-50- y de grandes catástrofes -la derrota de Brasil en ese mismo partido- es uno de los principales alicientes para los españoles.
“¿Pereza ir a jugar con la selección a Brasil? ¡Para nada! Me hace una ilusión enorme”, respondió el centrocampista Andrés Iniesta al diario español El País.
“Ni soñaba que un día España ganaría un Mundial y menos, conmigo en el equipo. Y saber que vamos a Brasil, que pisaré Maracaná…”, agregó el jugador del FC Barcelona.
España debutará el domingo ante Uruguay, un nombre que todavía sobresalta a los brasileños.
“Anclada en la leyenda de la victoria de 1950, Uruguay siempre es un adversario de respeto”, decía el semanario brasileño Veja, mientras el Jornal do Commercio de Pernambuco, el estado del que Recife es capital, sentenciaba: “no hay cómo ignorar la derrota brasileña” en aquel Mundial, el Maracanazo.
El partido Uruguay-España se disputará el domingo a las 19H00 (22H00 GMT) en el estadio Arena Pernambuco, con capacidad para 46.000 personas.
Los jugadores españoles no hicieron declaraciones a su llegada al hotel, donde, al igual que en el aeropuerto, aguardaban decenas de aficionados.
España venía de jugar dos amistosos en Estados Unidos que se saldaron con dos victorias -2-1 ante Haití y 2-0 ante Irlanda.
Su rival del domingo, Uruguay, también tenía previsto llegar la noche del miércoles a Recife procedente de Venezuela, donde su victoria 0-1 en eliminatorias mundialistas le dio aire y lo mantiene con posibilidades de clasificarse para Brasil-2014.
El seleccionador español, Vicente del Bosque, dijo que aún no ha decidido quiénes serán titulares en los puestos de portero -entre Iker Casillas y Victor Valdés- y delantero -Roberto Soldado, Fernando Torres o David Villa-.
“El nueve funciona cuando el equipo funciona. No voy a decir quién va a empezar como titular”, declaró en conferencia de prensa tras el partido en Nueva York ante Irlanda.
“Soldado ha tenido dos partidos en los que ha demostrado ser muy incisivo, pero también lo han sido Torres y Villa”, dijo el técnico.
En cuanto a los porteros, “Iker ha tenido una buena actuación, pero cualquiera de los tres porteros puede jugar. El día 16 lo veréis”.
Tahití y Nigeria completan el grupo de España y Uruguay, del que saldrán dos semifinalistas. El otro está integrado por Brasil, Italia, Japón y México.
El partido entre los anfitriones y Japón -curiosamente los dos únicos clasificados para el Mundial de 2014- abrirá la competición el sábado.
La Copa Confederaciones se celebra un año antes que el Mundial -en el mismo país- y reúne a los campeones de las siete confederaciones continentales más al país anfitrión.
La competición es un ensayo general y un modo de adelantar la fecha límite para las obras de al menos una parte de los estadios que acogerán el Mundial.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se mostró satisfecho con los preparativos de Brasil, en una entrevista difundida en la web de la organización.
“Lo fundamental será la logística, es decir el transporte de espectadores y de equipos, la seguridad, los controles de las entradas, los hoteles, las disposiciones. Todo estoy es muy importante porque se juega en seis ciudades diferentes”.
“Esto es la copa de campeones, pero también es, para nosotros, un muy buen ensayo” de cara al Mundial de 2014, apostilló.
En cuanto a la cita mundial, “definitivamente están preparados”, dijo. “He visto en fotos y videos los estadios, y tengo que felicitar a los arquitectos. Lo que han hecho en las diferentes ciudades parecen joyas”, declaró el directivo.
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