La defensa del expresidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz, en arresto domiciliario en Asunción desde 2015 y acusado de corrupción y sobornos por la Justicia estadounidense, aseguró que “no procede” su extradición a ese país porque en Paraguay “esos delitos no existen”.
“La extradición no procede porque los hechos que se le atribuyen no son delito en Paraguay. Lavado de dinero producto del soborno privado es algo del sistema anglosajón, pero aquí no existe”, declaró Ricardo Preda, abogado de Leoz.
“No entramos a discutir si se produjo o no, pero eso no se castiga en Paraguay”, añadió.
Preda argumentó además que el ordenamiento jurídico de Paraguay no tiene un reglamento previsto para proceder con extradiciones, por lo que pidió a la Corte Suprema de Justicia que anule el pedido de extradición de la Justicia de Estados Unidos.
“Estamos con una acción de inconstitucionalidad, discutiendo primero si existen reglas para sustanciar el pedido de extradición y atacamos una resolución de la Cámara de Apelaciones por contener algunas arbitrariedades”, explicó Preda.
Según el abogado, “en el hipotético caso” de que la Corte Suprema rechace su pedido, sí podría proceder el comienzo de los trámites de extradición.
“Pero somos optimistas y creemos que no se va a llevar adelante, aunque nos rechacen esta disposición”, expresó.
En el caso de que la Corte Suprema acepte la acción presentada por la defensa el caso quedaría archivado.
El pedido de archivo a la Corte Suprema por parte de la defensa se suma a otras apelaciones y acciones judiciales realizadas desde que comenzó el caso para evitar que la Justicia paraguaya dilucide si procede o no extraditar a Leoz a Estados Unidos.
Leoz, de 87 años, quien presidió la Conmebol durante casi 30 años y fue miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, continúa en prisión domiciliaria desde que fuera acusado junto a otros altos dirigentes de ser parte de una trama de corrupción.
Según su abogado, Leoz sufrió recientemente un cuadro de dengue, pero ya se recuperó y continúa en su domicilio, acudiendo periódicamente a un sanatorio privado de Asunción.
EFE
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