Las selecciones de Brasil y Uruguay se enfrentarán este miércoles en el Mineirao de Belo Horizonte por un puesto en la final de la Copa Confederaciones, en un duelo que medirá a algunos de los delanteros más cotizados del planeta y que devolverá a la memoria la final del Mundial 1950, la del Maracanazo.
En el duelo de sudamericanos, que esperarán a un representante europeo en la final -España o Italia-, el fulgurante torneo de Neymar, que lleva tres goles, se cruzará con la efectiva dupla charrúa formada por Luis Suárez y Edinson Cavani.
Brasil tratará de lograr su billete para defender el título que ya consiguió en 2009 en Sudáfrica, en medio de un clima de inconformidad por el juego de la verdeamarelha, que a pesar de las goleadas de la primera fase parece no haber encontrado un esquema definido, a un año de albergar su Mundial.
La falta de estilo concreto no resta un ápice de peligro a la canarinha, y eso lo sabe el seleccionador uruguayo, Óscar Washington Tabárez. “Va a ser difícil, Brasil es un gran equipo que juega en casa. Jugar contra Brasil es muy motivante. Es un privilegio por cómo sienten el fútbol, porque es el seleccionado con más títulos mundiales. Vamos a ver lo que sucede entonces”, indicó.
Con el único tropiezo ante España, Uruguay no tuvo problemas para acceder a semifinales, con un trío atacante temible con Diego Forlán, Cavani y Suárez, aunque todavía se espera la mejor versión del aún delantero del Nápoli.
Los Brasil-Uruguay traen siempre consigo el aroma de la decepción amazónica. Más de 200000 almas se quedaron heladas cuando en Maracaná, en la final del Mundial 1950, el combinado charrúa destrozaba la ya preparada fiesta de la victoria para Brasil. El Maracanazo, tras cinco estrellas mundiales, sigue pesando en la conciencia brasileña.
Además, en las últimas citas de los dos combinados sudamericanos en fases finales, en las ediciones de la Copa América 2004 y 2007, debieron decidirse desde el punto de penalti, favoreciendo a los brasileños.
Europa Press
Foto: Reuters
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