A pesar de que lleva dos terceros puestos seguidos en Copa América, Perú protagonizó la gran sorpresa de la edición del Centenario tras eliminar a Brasil, la pentacampeona del mundo y poseedora de ocho títulos continentales, que nunca había caído en primera fase con el actual formato.
Con un fútbol práctico y efectivo, sin grandes estrellas en sus filas pero con las ideas claras desde la llegada de Ricardo Gareca al banquillo, los peruanos pretenden este año seguir en su línea de las últimas ediciones para confirmar que se mantienen como un país a tener en cuenta en el fútbol americano.
Porque a pesar de que el gol de Raúl Ruidíaz que le valió la victoria ante Brasil fue marcado con la mano, el técnico argentino cree que siguen adelante de forma “justa” y que “nadie regaló nada” a un equipo que tiene confianza en su juego, está en crecimiento y cuenta con jugadores “jóvenes pero con hambre de gloria”.
No pudieron empezar de mejor manera su periplo por Estados Unidos, ya que a las primeras de cambio rompieron todos los pronósticos al eliminar a la siempre favorita Brasil y acabar como líder en un grupo en el que también estaban Ecuador y Haití.
Aunque comenzaron su andadura con un pobre triunfo por 1-0 ante Haití, la cenicienta del grupo, los peruanos se rehicieron ante Ecuador con una gran primera media hora en la que bordaron el fútbol y en la que tardaron solo trece minutos en adelantarse por 2-0.
Finalmente, las fuerzas no les acompañaron y terminaron en empate su partido ante un rival que fue sensiblemente mejor tras el descanso.
Y ya ante Brasil, “la mano del Perú” o “¡La mano de Ruidíoz!”, como titulan los rotativos incaicos al comparar el gol de ayer con el que le marcó Maradona a Inglaterra en el Mundial de 1986, completó la hazaña.
Tras la victoria ante los brasileños, los peruanos se cruzarán ahora en cuartos de final con Colombia el 17 de junio en el estadio MetLife de East Rutherford, en el área de Nueva York, en busca de repetir su presencia en semifinales.
El máximo goleador de las Copas América de Argentina 2011 y Chile 2015, Paolo Guerrero, es el líder y principal referencia en ataque de un equipo blanquirrojo que cuenta con una pléyade de jóvenes jugadores con mucha ilusión pero poca experiencia y con una media de edad de 25,7 años.
Todos ellos están demostrando en la Copa que pueden desempeñarse con solvencia sin su capitán Claudio Pizarro, sin su máximo goleador de 2015, Jefferson Farfán y sin el defensa Juan Manuel Vargas, principales referencias del equipo en los últimos años.
En este equipo destacan, entre otros, el guardameta Pedro Gallese, que ofreció buenas paradas ante Brasil, así como la pareja de centrales integrada por Alberto Rodríguez y Chistian Ramos.
El trabajo incansable en la línea media de Óscar Vílchez ha beneficiado a su equipo, en el que también fueimportante la profundidad de Christian Cueva y Edison Flores, que realizó un trabajo en ataque y en defensa de gran nivel.
EFE
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