El Nacional ultima su estrategia de cara a la primera final de la Libertadores que le enfrentará este miércoles con el San Lorenzo argentino, y que ha creado una gran expectación en la hinchada paraguaya, ya que la Academia nunca había llegado tan lejos en el torneo continental.
La plantilla sigue concentrada en las instalaciones del Yacht y Golf Club, en Asunción, donde el técnico, Gustavo Morínigo, diseña su alineación ante la posible ausencia del volante Marcos Riveros, cuya sanción por acumulación de tarjetas amarillas ha sido recurrida por Nacional ante la Conmebol.
Según algunos medios locales, en caso de que no se levante la sanción, Morínigo estudia que sea sustituido por Julio Santa Cruz.
Otra duda es la del delantero Brian Montenegro, con molestias en un tobillo. Si no juega estaría en su lugar Fredy Bareiro.
De esta manera, el plantel estaría constituido por Ignacio Don; Ramón Coronel, David Mendoza, Leonardo Cáceres, Raúl Piris; Santa Cruz o Riveros, Silvio Torales, Derlis Orué, Marcos Melgarejo; Brian Montenegro o Fredy Bareiro y Julián Benítez.
La final de la Libertadores se vive con mucha expectativa entre los aficionados y los medios de comunicación paraguayos, que han hecho de la causa de Nacional una «cuestión nacional», un recurrente juego de palabras utilizado por algunos rotativos desde que el club guaraní apeara la semana pasada al Defensor Sporting uruguayo en las semifinales.
La directiva del club manifestó que espera que se agoten las 31.000 entradas puestas a la venta para el partido, que tendrá como escenario el legendario estadio Defensores del Chaco.
El partido constituye un hito histórico en los 110 años del Nacional.
EFE
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