"Las victorias son importantes para afirmar los conceptos de juego en la cabeza del aficionado y del jugador y para interiorizar la confianza. Después, podremos tratar de ganar de forma más elegante, más bonito", aseveró el técnico en una rueda de prensa.
Menezes argumentó que podría ser contraproducente intentar acelerar el proceso de recuperación del ansiado juego bonito, que siempre fue una marca registrada de Brasil y del que abdicó deliberadamente Dunga en el Mundial de Sudáfrica.
"No se pueden quemar etapas, la experiencia me ha dejado callos. Hay que dar todos los pasos. Si caminas demasiado rápido te puedes tropezar feo adelante y tener una regresión", comentó.
En los últimos amistosos de preparación para la Copa América, el mes pasado, la selección brasileña oyó abucheos por parte de su afición, que no estaba contenta con el juego desplegado por la Canarinha en el empate a cero con Holanda y la victoria por 1-0 sobre Rumanía.
Menezes mostró confianza por la evolución de sus jugadores de cara al debut del próximo domingo ante Venezuela y consideró que la selección está bien preparada.
"Decimos que todo está muy bien, pero será el partido del domingo el que confirme si todo va bien", sostuvo.
Sobre Venezuela, aseguró que ya no es una selección inofensiva como en el pasado, como se vio el amistoso que jugó contra España el mes pasado, y dijo que "no se le puede dejar pensar" ni un instante para evitar sorpresas.
"Venezuela trabaja duro para cambiar. Tiene más audacia, arriesga más, defiende en el campo contrario y tiene velocidad en el ataque. Va a crearnos dificultades en la proporción de nuestro desempeño. Si jugamos bien y controlamos, lo normal es que nos impongamos, pero necesitamos hacer un buen partido", analizó.
Acerca de sus jugadores, aseguró que "mereció la pena" esperar por la recuperación del media punta Paulo Henrique Ganso y confirmó que pretende jugar con tres delanteros y dar rienda suelta en el ataque al lateral derecho Daniel Alves.