Un gol de Lionel Messi, tras una excelente asistencia de Arturo Vidal, permitió al Barcelona de Quique Setién sacar adelante el encuentro ante el Granada, en un partido en el que el fútbol de los azulgrana mostró algunos brotes verdes, aunque les faltó continuidad en su juego.
Messi decidió en el minuto 76. Seis minutos antes el Granada se había quedado con diez por la expulsión de Germán y también en ese minuto, Riqui Puig, la nueva perla de la cantera, saltó al terreno de juego.
Recuperó el Barça sensaciones para seguir líder, pero se le nota falta de trabajo para jugar a lo que quiere el nuevo entrenador, que tiene una idea de fútbol más atractiva que la que manejaba últimanente Ernesto Valverde.
Buena salida de balón, recuperación de las triangulaciones y colocación adecuada de los peones sobre el tablero. Quique Setién demostró conocimiento del libreto, como aficionado al ajedrez, dominio de las aperturas y su equipo lo agradeció.
No sorprendió en la alineación, tan solo por la entrada de Umtiti por Lenglet, titularísimo con Valverde, pero si en cómo dispuso a sus futbolistas.
El dibujo, un 3-5-2 en la construcción, permitía a Alba tener una autopista por la izquierda y que Ansu Fati abriera el campo por la derecha. Tres medios y dos puntas, continuos apoyos, el fútbol fluía, fluyó durante la primera media hora.
El Barça creaba y el Granada, sorprendido, perdía muy rápido el balón y ni pisaba el área de Ter Stegen, que volvía a jugar después de su lesión.
La velocidad de Ansu Fati y la movilidad de Messi y de Antoine Griezmann en el ataque le dieron continuas opciones a los azulgrana, que llegaron con acciones desde las bandas.
Ansu tuvo tres ocasiones (minutos 7, 11 y 18), Messi estuvo a punto de marcar en un lanzamiento de falta (14) y justo al borde del descanso dispuso de una gran oportunidad, aunque el balón dio en el lateral de la red de Rui Silva.
La nota positiva del Barça fue su presión, su defensa más adelantada, pero se le nota la falta de automatismos con el nuevo concepto táctico. Su posesión en el primer tiempo (casi el 80%) fue escandalosa y no sufrió atrás, como ocurría últimamente, y fue muy sólido. De hecho, el Granada en la primera parte remató una vez y no fue a puerta.
Leyó bien el partido Diego Martínez, el técnico del Granada, y en el segundo tiempo su equipo supo contrarrestar los automatismos del Barça, que ya no creía tanto como en el primer tiempo.
Seguía jugando en campo contrario, pero no con tanta convicción. Tenía menos llegadas, el Granada cada vez estaba mejor dispuesto, pero poco a poco el partido se fue acelerando.
Messi rozó el gol en un lanzamiento de falta en el 64 y el Granada, en el 66 y en su primera ocasión, pudo marcar, pero Yan Eteki estrelló el balón en el palo izquierdo de la meta de Ter Stegen.
Todo se precipitó a veinte minutos del final. Germán fue expulsado tras una doble amarilla, entró Riqui Puig, la joven perla de La Masia, por Rakitic y Quique Setién consiguió lo que pretendía: que algo se moviera.
Y así ocurrió. Una recuperación de Riqui, permitió un pase de Sergio Busquets y una asistencia de lujo de Arturo Vidal sobre Messi, que prácticamente solo tuvo que empujar el balón.
Era el gol perseguido durante muchos minutos y el premio a la persistencia. El Barça no permitió ya más alegrías al Granada y sumó su primera victoria en la etapa Setién para seguir líder.
1- Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Alba; Busquets, Rakitic (Riqui Puig, m.70), Arturo Vidal (Arthur, m.83); Messi, Griezmann, Ansu Fati (Carles Pérez, m. 80).
0- Granada: Rui Silva; Víctor Díaz, Domingos Duarte, Germán, Foulquier; Gonalons, Yan Eteki (Martínez, m.74); Vadillo (Antonio Puertas, m.66), Azeez (Yangel Herrera, m.56), Machís; Carlos Fernández.
Goles: 1-0, m.76: Lionel Messi.
Árbitro: Pizarro Gómez (Comité madrileño).
Expulsados: Germán (m.70, doble amonestación).
Amonestados: Machís, Carlos Fernández.
Estadio: Camp Nou, Barcelona, España.
Asistencia: 65.444.
EFE
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