La selección de Bolivia, que cayó por 1-3 ante Perú en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, llegó a su hotel de concentración en Belo Horizonte, la ciudad donde disputará su último partido del grupo A, contra la Vinotinto el 22 de junio.
La Verde arribó al hotel Ouro Minas, donde se concentrará los próximos cuatro días antes de su vital partido ante la selección venezolana, en busca de tres puntos que le permitan optar a ser una de las mejores terceras, única vía que les queda para intentar estar en los cuartos de final.
Encabezado por el seleccionador Eduardo Villegas, la selección boliviana llegó a un Belo Horizonte nublado y sin aficionados que les esperaran en la puerta, aunque sí algunos medios de comunicación bolivianos y locales.
El portero Carlos Lampe analizó a la entrada a su lugar de concentración la derrota contra Perú, en la cual admitió que fue un partido duro, en el que durante una parte la selección andina les sometió «bastante» pero tuvieron opciones para igualar el encuentro.
«El segundo gol de ellos anímicamente nos golpeó, fue duro, pero bueno. Intenté darle vida al partido, con 2-1 tuvimos la esperanza de empatar, tuvimos chances pero lastimosamente no entró«, señaló el arquero boliviano.
Lampe también dio su opinión sobre su próximo rival, una Venezuela que logró empatar a Brasil en Salvador de Bahía (0-0) y tiene opciones de clasificarse directamente a los cuartos de final.
«Venezuela es un rival duro, con extremos rápidos y un delantero diferente. Va a ser un partido duro, pero hay que salir a jugar de igual a igual, e ir a por el partido», añadió el portero.
Bolivia no perderá un solo instante y se entrenará en el estadio Independéncia de Belo Horizonte, donde habitualmente juegan sus partidos el Atlético Mineiro y el América.
EFE
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