El chileno Gonzalo Jara, con su dedo en el trasero del uruguayo Edinson Cavani, ha agregado un capítulo a episodios de provocaciones groseras con las que jugadores como el español Míchel o el brasileño Marinho Chagas buscaron sacar del partido a rivales como Carlos Valderrama y Johan Cruyff.
La mano que roza o presiona los genitales del rival o el dedo que se adentra en el trasero, como hizo el miércoles Jara para sacar de casillas y provocar la expulsión de Cavani, constituyen el ‘modus operandi’ del agresor.
Jara es una suerte de reincidente en esta arte y con la pillada a Cavani ocurrida a los 62 minutos del partido de cuartos de final de la Copa América que se disputa en Chile, dejó claro que sus víctimas preferidas son uruguayos.
El 26 de marzo de 2013, en el mismo estadio Nacional de Santiago, durante el partido de las eliminatorias del Mundial de Brasil que Chile ganó por 2-0 a Uruguay, el hoy jugador del Maguncia alemán apretó los genitales del delantero Luis Suárez, que reaccionó propinándole un golpe en el rostro, lo que le valió la expulsión.
Quizá el español Míchel y el colombiano Carlos Valderrama sean los protagonistas del caso más mediático de toqueteo o ‘patolada’, como en el portugués informal es llamada la acción de presionar el pene o el saco escrotal.
Fue el 8 de septiembre de 1991. Partido Real Madrid-Valladolid. A la salida de un córner, Michel forcejeaba con Valderrama hasta que, sin que lo advirtiera el árbitro, el número 8 blanco tocó en repetidas ocasiones los genitales del ‘Pibe’ quien, sorprendido, y con los brazos en posición de jarra apenas le preguntaba: “¿Tú eres marica?”.
Coincidencia o no, diecinueve años después, en otro partido entre el Real Madrid y el Real Valladolid los papeles se invirtieron y fue entonces que el merengue Guti sufrió un apretón inesperado del blanquivioleta César Arzo.
Hace dos años, el jugador del Atlético de Mario Suárez, en medio de una discusión, propinó un golpe nada noble al mexicano de la Real Sociedad Carlos Vela.
Cuando la provocación no causó dolor, como el que hizo retorcerse en el césped a Luiz Fernando del Cruzeiro por el apretón desconsiderado de Nelson del Vasco da Gama, la situación derivó en risas cómplices o reacciones insólitas.
El 1 de abril del año pasado, la Liga Premier debatía con escándalo una acción del 1-2 del encuentro entre el Sunderland y el West Ham.
Phil Bardsley tenía la misión de presionar a Kevin Nolan para anular su desempeño en el área. Y lo cumplió a rajatabla.
Entre empujones, forcejeos, la mano del defensor descendió y se posó en la entrepierna de su rival. Quedó claro que Nolan no es Suárez pues ante la acción desestabilizó a su rival enviándole un besito.
Pero no siempre estas jugadas extremas para sacar de quicio al rival provocaron reacción alguna, sea violenta o benévola.
El ‘anti-santoral’ del fútbol mundial también tendrá que abrir un capítulo a los toqueteos o las ‘patoladas’ frustradas.
Al recordar el partido de semifinales del Mundial de Alemania’74 entre Brasil y Holanda, hace ya casi 41 años, Francisco Marinho Chagas no pudo ocultar el impacto que le dejó la indiferencia de Johan Cruyff.
EFE
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