El Lanús argentino y el Gremio brasileño disputarán la final de la Copa Libertadores luego de salir airosos en unas semifinales intensas y de muchos goles, y en las que el VAR (Sistema de Asistencia Arbitral por Video) se estrenó en la competición y provocó una polémica que aún está a pedir de boca.
Este miércoles y pese a caer en casa por 0-1 ante un aguerrido Barcelona, el Gremio se metió en la final gracias a su cómoda ventaja de 0-3 en la ida la semana pasada en Guayaquil.
El amplio triunfo en Ecuador afectó a los jugadores de Gremio, que no se esperaban a un oponente tan difícil como este Ídolo del Astillero que ganó con un gol del uruguayo Jonatan Álvez, el mismo que tanta falta hizo en la ida por encontrarse suspendido.
Y tampoco esperaba el Tricolor gaúcho a un Barcelona veloz y corriendo a tope casi todos los 90 minutos después de hacer un viaje de dos días desde Guayaquil hasta Porto Alegre, por el retraso en el vuelo chárter en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra debido a permisos aéreos y a un forzoso entrenamiento allí, sin balones ni indumentaria.
Un avión de la Fuerza Aérea de Ecuador tuvo que volar a Bolivia, recoger a la delegación y llevarla a Brasil, a donde llegó el martes.
Ese día, en la semifinal entre equipos argentinos, Lanús sí que le hizo honor a su feudo, apodado «La Fortaleza», y con más corazón y testosterona que buen fútbol dio vuelta a un partido que perdía por 0-2 y a una serie en la que estaba abajo por 0-3, para vencer al favorito River Plate por 4-2 y avanzar por primera vez a la final.
River también le hizo honor a su mote de «Gallinas» porque fue incapaz de mantener una ventaja que era cómoda y nunca supo cómo frenar al impetuoso rival que tenía enfrente, para terminar a su merced, derrotado y sin fuerzas ni para encontrar una explicación.
El fracaso del equipo Millonario en esta edición de la Copa Libertadores no lo podrá ocultar ni siquiera el debut del videoarbitraje, que si bien desató una oleada de críticas y armó una polémica internacional, funcionó para lo que fue creado y traído a la competición: para hacer justicia.
Mediante este sistema de video el árbitro del partido, el colombiano Wilmar Roldán, revisó una jugada en la que decidió sancionar penal a favor de Lanús y que significó el gol del 4-2, precisamente el que le dio al cuadro Granate el paso a la final.
Pero a pesar de anunciar que no harían una queja formal ante la Conmebol, la directiva de River Plate y el entrenador del equipo, Marcelo Gallardo, dijeron a la prensa visiblemente molestos que el VAR había sido usado solamente en beneficio de un equipo.
La polémica se generó con las protestas de los riverplatenses ante una omisión de Roldán tras una mano en el área del jugador de Lanús Iván Marcone, cuando el partido estaba 2-0 a favor de River.
Este miércoles, la polémica aumentó cuando Marcone reconoció que la pelota le pegó en la mano, pero sobre todo cuando aseguró que en el entretiempo del partido habló con Roldán y el árbitro colombiano le dijo que «vio una mano, aunque no intencional sino casual».
Horas más tarde, el brasileño Wilson Seneme, presidente de la Comisión de Árbitros de la Conmebol, admitió que fue un «error» que Roldán no revisara esa jugada mediante el VAR, aunque remarcó que al ser de «interpretación» se apoya la decisión del referí.
Seneme no descartó sanciones para los árbitros, pero reconoció que las manos en el área son «un problema mundial, independientemente del VAR».
EFE
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