En los últimos años, el torneo profesional ha vivido el enfrentamiento entre Caracas y Táchira, al punto que una posible dicotomía ha estado cerca de imponerse. Sin embargo, como ha ocurrido en otros países, fuerzas emergentes intentan cada temporada romper la tendencia. En lo que va de Apertura, el equipo que marca el camino es el Deportivo Lara, amparado en cinco triunfos al hilo. El equipo dirigido por Eduardo Saragó, como ocurrió con el Táchira campeón del Apertura de hace un año, logró acoplar rápido sus nuevas piezas y lo reflejó en resultados. Como alternativa a los dos principales conjuntos del torneo, el Lara se puede presentar tan refrescante como el Zamora de meses atrás, que logró meterse en la final nacional y ahora, con varias caras distintas a la de ese tiempo, podrá ver recompensado su esfuerzo con la presencia en la Copa Libertadores. No obstante, el camino al éxito de la escuadra crepuscular tiene puntos de encuentro y distancia respecto a los de su par barinesa. Económicamente se han movido en campos opuestos, el proyecto deportivo ha sido de menor duración, pero ambos vienen asomándose como constantes animadores y tienen plazas de afición creciente. Zamora, en medio de una racha de nueve triunfos que le dio el título del Clausura, fue un equipo que apostó por el juego asociado, por dar espectáculo desde el despliegue, la velocidad y alguna irreverencia. Lara, por su parte, es más pragmático, su forma de brindar espectáculo pasa por el rigor táctico, por la combinación de juventud y experiencia, junto a la contundencia. Si bien no son constantes inamovibles, las propuestas de ambos equipos ejemplifican que las alternativas a los dos principales clubes del país se presentan con argumentos cada vez más sólidos, que les permiten encarar la presión de luchar en la zona alta de la tabla. El equipo llanero logró la meta en su momento. Lara todavía tiene camino por recorrer para alcanzarla. Por ahora está cumpliendo su labor aunque con Caracas haciéndole sombra, un grupo de equipos que también se quiere involucrar en la lucha por el primer lugar y Táchira creciendo sin hacer mucho ruido.
Javier Rivera