El curtido pitcher de los Tigres de Aragua consiguió después de diez años de espera estrenarse a lo grande. El derecho, junto a Carlos Enrique Hernández, ha protagonizado la mejor apertura para un debutante del país.
Por poco la lluvia que azotó al Target Field de Minnesota este jueves evita la cita de Yohan Pino con la historia.
Diez años esperó el de Turmero por este día y no importó el retraso en el inicio del partido por fin el criollo pudo mostrarse en la cima del béisbol y no defraudó.
Pino protagonizó en la noche del jueves una de las mejores aperturas que venezolano alguno haya logrado en su debut en la gran carpa.
Tal vez Carlos Enrique Hernández pueda ser el único nativo que pueda decir que ha tenido una mejor salida en la génesis de su carrera que se detuvo por la plaga de lesiones que sufrió.
El derecho de los Mellizos de Minnesota tiró siete entradas de dos carreras, ponchó a siete, otorgó una base por bolas y permitió cinco hits aunque se fue sin decisión.
Hernández y Pino son los únicos escopeteros de la expedición criolla que han comenzado su carrera en las grandes ligas con siete entradas lanzadas y siete ponches. El zurdo, quien comenzó su recorrido con los Astros de Houston apenas toleró dos hits, no aceptó carreras y también caminó a un rival, el 18 de agosto de 2001.
En la historia de los Mellizos de Minnesota, para rematar, hay que retroceder hasta 1978 para hallar al último lanzador que completó siete capítulos o más con siete o más ponches.
Vaya primera impresión dio Yohan Pino en su primera apertura.
Bienvenido a las grandes ligas, finalmente.
Por Marcos Grunfeld
Foto: Zimbio.com
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