El Bayern Múnich no pasó hoy de un empate a un gol ante el Hamburgo, lo que le acarreó la pérdida del liderato que queda ahora en manos del Borussia Dortmund que anoche derrotó a domicilio al Núremberg (0-2).
El venezolano Tomas Rincón, que milita en el Hamburgo, salió de titular y disputó los noventa minutos del juego, acechando al mediocampista frances internacional, Franck Ribéry. Recibió la cartulina amarilla a lo 63´ minutos.
El Bayern, tras el empate, queda dos puntos por debajo del Dortmund, empatado en puntos con el Schalke, al que supera por mejor diferencia de goles, y un punto por encima del Borussia Mönchengladbach.
El Hamburgo salió a impedir que el Bayern desarrollara su juego habitual, basado en la posesión de pelota. La fórmula era marcar de forma presionante a los bávaros ya en su propia mitad y forzar un juego más físico, basado en la velocidad y en los duelos individuales por la pelota.
La receta del equipo de Thorsten Fink pareció dar sus frutos y el Hamburgo tuvo las mejores llegadas en los primeros minutos -un cabezazo del croata Mladen Petric y otro de Heiko Westermann- mientras el Bayern tenía dificultades para salir con balón controlado.
El juego del Hamburgo tenía el riesgo de que implicaba mucho desgaste físico y, con el paso de los minutos, poco a poco el Bayern se fue sacudiendo de la presión. En el minuto 20, Mario Gómez tuvo una buena ocasión.
Sin embargo, era claro que el Hamburgo le había impuesto su sello al partido y eso terminó traduciéndose en el marcador cuando, en el minuto 23, un balonazo largo terminó llegando a los pies del peruano Paolo Guerrero que hizo un pase cruzado al otro lado del área donde encontró al italiano Jacopo Sala que marcó con un remate de volea.
El Bayern se encontró así con la necesidad de remontar un marcador, situación que se le ha dado mal a lo largo de toda esta temporada. En seis ocasiones, el Bayern había tenido que afrontar un marcador en contra y cinco de esos partidos se saldaron con derrotas.
La fórmula para mejorar esa estadística era buscar un juego más variado y el Bayern empezó a intentarlo con Franck Ribery, Arjen Robben y Thomas Müller rotando permanentemente sus posiciones lo que por momentos lograba romper el orden el dispositivo defensivo del Stuttgart.
En el 31, el meta del Hamburgo, Jaroslav Drobny, se vio obligado a reaccionar con una gran parada ante un disparo desde fuera del área de Robben. Y, en el 36, Müller tuvo una buena llegada por la derecha, ganándole la espalda a la defensa contraria, pero al final su centro no alcanzó a llegar a Mario Gómez.
En el segundo tiempo, el Hamburgo se replegó, cediéndole la pelota al Bayern y esperando posibilidades de contragolpe.
El Bayern inició entonces un difícil asedio que con demasiada frecuencia terminaba en el borde del área.
La presión del Bayern, sin embargo, generaba faltas y saques de esquina y en uno de los saques de esquina llegó el empate cuando la defensa del Hamburgo no logró despejar el balón que terminó llegando a los pies de Ivica Olic quien definió sin problemas desde corta distancia.
Tras el empate, el Bayern fue el equipo que hizo más por la ofensiva pero prácticamente cada pérdida de balón se convertía en un contragolpe peligroso del Hamburgo.
La igualada al final puede considerarse justa por el buen trabajo del Hamburgo en la primera parte y el esfuerzo desplegado por el Bayern en la segunda.
EFE
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