El legendario campocorto Derek Jeter hizo de nuevo otra entrada triunfal al Yankee Stadium ante el clamor de los seguidores de los Yanquis de Nueva York y esta vez fue para participar en la ceremonia en la que la camiseta con el número 2 que siempre vistió como jugador fue retirada y también develó una placa.
Jeter sostuvo el micrófono y se dirigió sin ningún escrito preparado al público que abarrotó las gradas del estadio con una asistencia de 47.883 espectadores
Su número 2, el último de un solo dígito en la franela a rayas, fue retirado y se dedicó una placa en su honor que será colocada en Monument Park junto a los tributos de los legendarios Babe Ruth, Lou Gehrig, Joe DiMaggio, Mike Mantle, Jogi Berra y el resto de las leyendas de la novena.
«Digo esto con mucha humildad», confesó a los aficionados, «no hay una sola persona o jugador con el que cambiaría el lugar, que esté activo o en la historia».
Con apenas tres años de haberse retirado tras completar una trayectoria en Grandes Ligas que abarcó de 1995 a 2014, Jeter eligió personalmente el Día de las Madres para su tributo.
Su abuela, sus padres, su hermana, su sobrino y su esposa embarazada lo acompañaron en la ceremonia y disfrutaron cuando él vio su placa, en la que quedó inscrito el texto de «Derek Sanderson Jeter/'»El Capitán»/»Mr. Noviembre».
Además de llamarlo: «La pieza clave que logró cinco campeonatos» y «El líder en el campo y la caseta, que puso el ejemplo para sus compañeros con su desprendido deseo del éxito del equipo».
El legendario pelotero admitió que pensó en las placas de sus compañeros de equipo, los puertorriqueños Bernie Williams y Jorge Posada, y del lanzador Andy Pettitte.
«Cuando Bernie recibió la suya, tenía un gran lunar. Cuando Jorge obtuvo la suya, tenía las orejas grandes. La de Andy tenía una enorme nariz. Así que estoy contento con la mía», bromeó Jeter.
Jeter, de 42 años, fue capitán de los Yanquis durante sus últimas 12 temporadas, coronando una carrera que incluye cinco títulos de Serie Mundial y un récord de la franquicia de 3.465 imparables.
Es el vigésimo segundo jugador al que Nueva York le retira el número, por mucho la mayor entre los equipos de Grandes Ligas.
«Quiero agradecer a mi familia por su amor, apoyo, honestidad y lo más importante, su presencia en todo lo que hice dentro y fuera del terreno», subrayó Jeter durante un discurso de tres minutos que puso fin a una ceremonia de 40. «Y a los aficionados… Quiero agradecerles por presionarme, retarme, por hacerme responsable, y en especial por adoptarme desde el primer día».
Por culpa de la lluvia del sábado, los Yanquis jugaron dos partidos en la noche de Derek Jeter, una doble cartelera ante los Astros de Houston y las festividades comenzaron después del triunfo de 11-6 en el primer juego de la jornada, pero luego en el segundo perdieron por 7-10.
Sus excompañeros, el panameño Mariano Rivera, Paul O’Neill, el cubano Tino Martínez, David Cone y el japonés Hideki Matsui acudieron al evento.
El dominicano Alex Rodríguez no lo hizo, y su portavoz Ron Berkowitz aclaró que A-Rod estuvo en Miami para pasar tiempo con su madre y sus hijas.
Varios jugadores cuyos números ya también fueron retirados vistieron una chaqueta deportiva azul marino con el logo de «Monument Park», como la que recibió Jeter.
El legendario Reggie Jackson se presentó en un atuendo más casual.
Mientras que la copropietaria del equipo, Jennifer Steinbrenner Swindal, le dio a Jeter un anillo de oro blanco de 14 quilates con el número 2 formado en diamantes, rodeado de más diamantes.
EFE
Foto: yankees.com
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