El candidato a la presidencia de la FIFA Jérôme Champagne se mostró a favor de que el Mundial de 2018 se dispute en Rusia y el de 2022 en Catar, y argumentó que es muy importante «llevar las competiciones por todo el mundo» en el marco del proceso de globalización del fútbol.
En un debate sobre el futuro de la FIFA en la sede del Parlamento Europeo (PE) de Bruselas, Champagne anunció que en caso de ser investido presidente llevará a cabo una investigación junto a las autoridades cataríes para esclarecer y mejorar las condiciones de los trabajadores del Mundial.
Sin embargo, descartó abrir nuevas investigaciones sobre las concesiones de las sedes de estos mundiales, que fueron denunciadas por presuntas irregularidades, ya que «ya hay investigaciones abiertas».
En relación al mundial de Catar, pidió trabajar para establecer las fechas en las que se disputará y abogó por que los partidos se disputen a partir de las 9 de la noche, hora local.
Estas declaraciones se producen un día después de que afirmara a la emisora francesa RTL que Estados Unidos debería albergar automáticamente el Mundial de 2022 si a Catar le retiran la organización.
Sobre su candidatura a presidir la FIFA, Champagne ahondó en la necesidad de tener «una FIFA fuerte» con la suficiente independencia para que pueda seguir «con todas las grandes labores que ha realizado hasta ahora».
«Necesitamos reformar la FIFA, abrirla y adaptarla al siglo XXI», manifestó Champagne, que fue secretario general del órgano rector del fútbol mundial.
Champagne compite en la elección al sucesor de Joseph Blatter al frente de la FIFA, que se celebrará el próximo 26 de febrero, con el príncipe Alí de Jordania, el jeque Salman de Bahréin, el italo-suizo Gianni Infantino y el sudafricano Tokyo Sexwale.
Se mostró a favor de medidas para una mayor transparencia de la organización, como que se publique el sueldo del presidente de la FIFA, pero matizó que «no toda la FIFA está corrupta» y por tanto descartó que la solución sea reconstruir desde cero la organización.
Señaló como uno de los puntos clave de su candidatura su voluntad de eliminar las desigualdades existentes en el fútbol actual, mediante, por ejemplo, el aumento y generalización de las compensaciones económicas a los clubes de formación cuando un jugador es traspasado.
En este sentido, criticó que la estructura del fútbol actual corresponde «a un nuevo tipo de colonialismo», donde unos pocos cogen mucho talento de África y Sudamérica «y no reinvierten nada».
Por otra parte, Champagne alabó la centralización de los derechos de televisión en España, pero señaló que el modelo a seguir para crear un fútbol más igualitario es el inglés, que es «el que mejor distribuye los derechos audiovisuales».
EFE
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