Por: Daniel Prat Jerez
Enviado especial
Sao Paulo-. Brasil no estaba preparado para otra cosa que no fuera celebrar el título del Mundial. Tanto en Río de Janeiro como en Sao Paulo ya estaban a la venta camisetas que conmemoraban un sexto campeonato que aún no habían ganado. “Cuidado, aquí viene el hexa”, dice el autobús que llevó al equipo de Scolari por todo el torneo. El día después de la derrota contra Alemania por 1-7, muchos aún no terminan de digerirlo.
“Lo que sentimos es una decepción enorme, estábamos seguros que podíamos ganar”, afirmó Tomás, un hombre repleto de canas que mira con perplejidad las portadas de los periódicos en un quiosco cercano al Arena Corinthians. Su rostro era de asombro pese a que ya han pasado más de 20 horas desde que terminó el partido.
Entre los diarios, hay uno que aseguró que el Maracanazo son unos héroes por haber conquistado, al menos, el subcampeonato. En su portada les pide disculpas por haber sido señalados durante años. “Esto es más fuerte que el Maracanazo”, dijo mientras miraba a su derecha, un signo que, según la psicología, responde a la búsqueda de los recuerdos. Fotografías de cuando Tomás, anciano ya, tenía juventud.
Él afirmó que no fue al Maracaná ese día pero que sufrió lo que significó la derrota de aquella tarde contra Uruguay en 1950. “Con los años entenderemos lo que significa esta derrota”, dijo desde la sabiduría.
A su lado, un compañero de nombre Chris lo escucha y asiente de vez en cuando. Con tono burlón dice que es más joven que él y por eso no recuerda el Maracanazo, pero su rostro lo delata. Recuerda que hoy, como en aquel Mundial, Brasil sentía que no había manera de arrebatarle la corona y por eso la derrota fue tan dolorosa. La comparación es inevitable. Aquella fue por 1-2 en un partido que significaba una final. Esta fue por 1-7 en una semifinal. Más lejos del título, más lejos en el marcador.
Quizás sea realmente como dice Marcos y que solo el tiempo le permitirá a los brasileros entender el significado de esta derrota. “Parece el entrenamiento de un equipo grande contra uno pequeñito”, afirmó el comentarista de TV Sport durante la transmisión.
¿El culpable? “El primero es Scolari. Por lo mal que jugó el equipo y por decir siempre que podíamos ser campeones. Él engañó al pueblo”, aseguró Chris, quien bromea con que Brasil no debería volver a organizar un Mundial. “Nos va mejor cuando jugamos afuera”.
64 años y cinco títulos mundiales después, en Brasil aún se hablaba del Maracanazo. ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que se cierre la herida que abrió Alemania? “No lo sé –admitió Tomás-, no creo que llegue a verlo”.
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