La selección brasileña sobrevivió a un espectacular Gatito Fernández y se clasificó este jueves para las semifinales de la Copa América ante una Paraguay que aguantó el empate 0-0 hasta el final, pero cayó en una dramática tanda de penales en la que brillaron Alisson y Gabriel Jesús.
El portero detuvo el lanzamiento de Gustavo Gómez, y el delantero, que venía de fallar uno en el anterior partido contra Perú, anotó la pena máxima definitiva que dio el pase a la Canarinha después de sufrir hasta el infinito durante el tiempo reglamentario.
De nada le sirvió a Paraguay, que estuvo la última media de hora con un hombre menos por la expulsión de Balbuena (m.58), la actuación estelar de Fernández durante los 97 minutos de juego con un repertorio de reflejos y paradas que sacaron de quicio a los anfitriones.
Al fallo de Gómez, se unió el de Derlis González y la Albirroja dice adiós a la Copa América en unos cuartos de final a los que llegó de milagro.
El conjunto de Eduardo Berizzo no pudo repetir la hazaña de las ediciones de Argentina 2011 y Chile 2015, cuando apeó, también en los cuartos, a la selección brasileña en la tanda de penales.
Brasil se enfrentará en las semifinales al vencedor del Venezuela-Argentina el 2 de julio en un escenario que trae amargos recuerdos para cualquier aficionado brasileño: el Mineirao de Belo Horizonte, el del 1-7 ante Alemania.
Fue una noche de desespero en el Arena de Gremio con final feliz. La Canarinha saltó al césped con el susto por la baja de última hora del delantero Richarlison, diagnosticado con paperas e inmediatamente aislado para evitar un contagio masivo dentro del vestuario, aunque ello no modificó los planes de Tite.
El técnico brasileño optó por Allan, en lugar de Fernandinho, quien no estaba en “condiciones normales” para sustituir al sancionado Casemiro, pero el efecto no fue el esperado y eso que Brasil salió envalentonado.
Everton y Firmino probaron a Gatito en los primeros cinco minutos con disparos mansos. Todo apuntaba a un asedio constante en el Arena do Gremio. Fue un espejismo. La gasolina les duró a los anfitriones menos de quince minutos.
Paraguay consiguió achicar el agua y se asentó en el centro del campo con un doble marcaje asfixiante.
Berizzo sorprendió a Tite y le salió bien. Nada de atrincherarse. Línea de cuatro en defensa y un centro del campo muy poblado.
Miguel Almirón, aprovechaba el más mínimo espacio para lanzarse a la aventura con peligro.
Y Neymar desde la grada viendo que su selección no engrasaba. El camisa 10 sostuvo la respiración en el minuto 28 con un trallazo de Derlis González en el área pequeña que desvió de manera espectacular Alisson.
El público del Arena do Gremio se iba quedando cada vez más frío. Esta noche Everton no estaba tan inspirado como en el anterior partido contra Perú y Gabriel Jesús saltó al césped pensando en el penal que falló ante Perú.
Firmino reaccionaba a cámara lenta y Coutinho tuvo tanta libertad que se perdió sobre el césped del Arena do Gremio, o mejor dicho, sobre el patatal del Arena do Gremio.
Brasil repetía los mismos vicios que en el empate sin goles contra Venezuela de la fase de grupos. Dominio absoluto, pero cuando pisaban área, se le apagaban las luces.
El juego duro también fue otro de los pilares de los paraguayos. Prueba de ello es que tres sus jugadores se fueron al descanso con tarjeta amarilla.
A Tite no le gustó nada lo que vio, sentó a Filipe Luis y dio entrada a Alex Sandro. Estaban a 45 minutos de una tanda de penales dramática.
A la falta del acierto se le sumó la impotencia del VAR. El atacante cayó cerca del área, el chileno Roberto Tobar pitó penal, pero el VAR dijo que fue fuera del área, pero la sorpresa fue cuando el colegiado expulsó con roja directa al central Fabián Balbuena.
Comenzaba un nuevo partido. Ahora sí, con uno menos, Paraguay se encerró atrás y con cinco defensas. Sin embargo, la Canarinha seguía errática y Gatito, firme ante las tímidas acometidas de los locales.
Arthur chutó suave desde la frontal, Firmino por poco acierta de cabeza y Everton disparó al lateral de la red. Empezaba el acoso y derribo. Paraguay renunció por completo al ataque y Gatito rascando cada segundo al reloj y con paradas de época.
Tite se lanzó al ataque sacando a Alves y metiendo a Lucas Paquetá, cuando solo quedaban cinco minutos para el final. El portero paraguayo apareció milagrosamente una vez más en un cabezazo de Alex Sandro.
La mala suerte se cebó con Brasil con un disparó de Willian al palo y disparos repelidos por la defensa de Everton y Coutinho, mientras que Almirón corría solo arriba en busca de lo imposible.
Todo se fue los penales y Brasil venció la historia y estará en las semifinales, aunque con un juego muy pobre.
0 (4)- Brasil: Alisson; Daniel Alves (m.85, Lucas Paquetá), Marquinhos, Thiago Silva, Filipe Luís (m.46, Alex Sandro); Allan (m.71, Willian), Arthur, Philippe Coutinho; Éverton, Gabriel Jesús, Roberto Firmino. DT: Tite.
0 (3)- Paraguay: Roberto Fernández; Iván Piris, Gustavo Gómez, Fabián Balbuena, Junior Alonso; Santiago Arzamendia (m.61, Bruno Valdez), Hernán Pérez (m.74, Rodrigo Rojas), Richard Sánchez (m.78, Juan Escobar), Celso Ortiz; Derlis González, Miguel Almirón. DT: Eduardo Berizzo.
Penales: 0-0: Gustavo Gómez, parado; 1-0: Willian, gol; 1-1: Almirón, gol; 2-1: Marquinhos, gol; 2-2: Valdez, gol; 3-2: Coutinho, gol; 3-3: Rodrigo Rojas, gol; 3-3: Firmino, fuera; 3-3: Derlis González, fuera; 4-3: Gabriel Jesús, gol.
Árbitro: Roberto Tobar (Chile).
Expulsados: Balbuena (m.58).
Amonestados: Arzamendia, Piris, Alonso, Filipe Luis, Firmino, Arthur.
Estadio: Arena do Gremio, Porto Alegre, Brasil.
EFE
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