Carlos Rivero vive por y para el Deportivo Táchira. El lateral derecho respira fútbol desde chico y cumple uno de sus sueños al vestir la camiseta del equipo de fútbol más popular de Venezuela, por ello, las semanas que ha estado alejado de las canchas por padecer una lesión han sido difíciles de llevar para él.
El jugador aurinegro sufrió un esguince en su tobillo derecho que le mantuvo ausente en los partidos oficiales del club desde la Jornada 3 cuando el adversario fue el Deportivo Petare FC en el estado Brígido Iriarte de Caracas. Luego de varias semanas de fisioterapia y entrenamientos apartado del grupo, Rivero se encuentra totalmente recuperado y a disposición del cuerpo técnico: “Después de un mes dificultoso por el tema de la lesión, en la que volví a recaer, ya me siento bastante mejor y en condiciones para que Daniel (Farías) decida si juego o no”.
“Kaki” tiene claro que el reto personal inmediato es, ahora que ha superado la contusión, alcanzar lo más alto en su nivel futbolístico:“Me falta un poquito de ritmo de juego porque no toqué el balón durante un mes, exceptuando en una prueba para evaluar el tobillo, y ahí voy agarrando regularidad de a poco”.
Para el dueño de la camiseta número “28”, la derrota del pasado fin de semana no liquida las opciones de ganar el Torneo Clausura 2014: “Fue un traspié, pero la gente quizás tiene memoria corta o selectiva. Si uno se pone a hacer un recuento de cómo fue el campeonato de Mineros, se sabe que hubo un partido que perdieron 4-0 contra Carabobo, pero supieron reponerse de ese tropiezo y salieron campeones. Lo de Zamora fue un resbalón, nadie quiere perder de esa manera luego de hacer un buen primer tiempo, sin embargo hay que salir adelante”.
El próximo compromiso del Carrusel Aurinegro es frente a Estudiantes de Mérida y Rivero ya se enfoca en el equipo contendiente:“Este partido va a ser un poco diferente por el cambio de cancha, pero debemos intentar ganar los tres puntos de visita. Sabemos que será complicado”.
El jugador atigrado demuestra, desde su experiencia, su conocimiento acerca del cuadro académico: “Hay que tener mucho cuidado, ellos son el típico equipo merideño al que le gusta la posesión del balón y tienen jugadores jóvenes de buen pie, que le dan un toque de dinámica a su fútbol. En la liga siempre se repite el mismo discurso de que todos los rivales son difíciles, pero eso es porque todos los equipos se refuerzan para estar lo más igualados posible” concluyó.
Carlos Rivero ha entrenado durante toda la semana a la par de sus compañeros, quienes continúan preparando día a día en la cancha alterna de Pueblo Nuevo el clásico andino del balompié nacional, programado para las 3:30 de la tarde del domingo 16 de marzo, en el Estadio Guillermo Soto Rosa de la ciudad de Mérida.
Prensa Deportivo Táchira
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