Perdida toda posibilidad de disputar la final del Mundial sub-17 de fútbol femenino, las selecciones de España y de Venezuela confían en tener un último arresto que las haga merecedoras de la medalla de bronce en Jordania.
Ese es el premio que le ofrecerá a uno de los dos equipos el choque por el tercer puesto, con el que ambos despedirán su participación en el torneo.
A ese envite llegan tras encajar sendas derrotas, por un idéntico marcador de 3-0, ante los dos contendientes por el oro: Japón fue verdugo de España en la reedición de la final del Mundial de Costa Rica de 2014 y Corea del Norte acabó con el sueño de La Vinotinto tras maniatar a su estrella, la delantera Deyna Castellanos.
Olvidados ya esos duros traspiés de semifinales, tanto la escuadra española como la venezolana buscan el consuelo del bronce.
«Sería la recompensa a nuestro trabajo en este Mundial», remarcó la seleccionadora española de la categoría, Toña Is.
En su estreno como primera entrenadora en un gran evento internacional, en el pasado Europeo sub-17, la exjugadora del Oviedo Moderno condujo al equipo hacia un subcampeonato de recuerdo aciago, ya que la tanda de penaltis fue la que selló la superioridad de la selección de Alemania.
«Será un partido complicado. Sabemos al equipo que nos enfrentamos y su forma de jugar pero estamos deseando llevarnos la recompensa a nuestro trabajo en este Mundial. No ha sido fácil. Jugar por el tercer puesto en un Campeonato del Mundo es algo increíble», dijo en rueda de prensa.
En sus dos participaciones anteriores, en el Mundial de Trinidad y Tobago de 2010 y en la cita mundialista de hace dos años en Costa Rica, la escuadra española siempre consiguió medalla.
Fue bronce en el país caribeño con un bloque donde destacaban las ahora internacionales absolutas Amanda Sampedro, Lola Gallardo, Ivana Andrés y Alexia Putellas, entre otras; y plata, también bajo la dirección de Jorge Vilda, en la última edición del campeonato.
Convencida de que sus pupilas estarán en el podio se mostró la seleccionadora española, quien afirmó que «no sería justo» que las jugadoras se marcharan de Jordania sin metal.
«Hemos sido uno de los equipos que mejor fútbol ha hecho hasta ahora. Podríamos incluso haber estado en la final. No sería dramático perder el bronce, pero no sería justo», abundó.
Su primera presencia en el podio de un Mundial sub-17 femenino persigue, por su parte, La Vinotinto. Hace cuatro años, ya con Deyna Castellanos en sus filas, la selección venezolana rozó la gesta tras quedar por detrás de Japón, España e Italia.
El combinado sudamericano volverá a confiar su suerte a los goles de su mejor jugadora, inmersa igualmente en la lucha por ser la máxima realizadora del torneo.
La «9» de la Universidad de Florida State suma cinco tantos, los mismos que la norcoreana Ri Hae Yon y la española Lorena Navarro. Esta última los consiguió en el partido inaugural ante la escuadra anfitriona. Después, perdió protagonismo ante el buen desempeño de la delantera del Barcelona Claudia Pina.
En cualquier caso, la actuación de la azulgrana no bastó para que la selección española obtuviera una plaza en el definitivo encuentro por el título. Japón y Corea del Norte se disputarán, en un atractivo duelo asiático, la supremacía mundial en categoría sub-17 este viernes en el Estadio Internacional de Ammán.
El cuadro nipón, pese a no reinar en su continente, sí parte como favorito en Jordania dada su brillante estadística: entre la pasada edición del Campeonato del Mundo y la actual acumula once victorias consecutivas. Una más le reportaría su segundo entorchado seguido tras su éxito en la cita mundialista de Costa Rica 2014.
EFE
Foto: Prensa FVF
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