La selección venezolana derrotó por 1-3 a la de Argentina en Madrid en un ejercicio de buen planteamiento, velocidad, acierto y capacidad de sufrimiento que permitió generar una fiesta para la afición vinotinto en Madrid.
La selección de Rafael Dudamel, un bloque en construcción que se toma la Copa América como un paso en su camino hacia el objetivo del Mundial de Catar 2022, ofreció su mejor versión ante la Argentina de Lionel Scaloni, a la que ni el regreso de Messi por primera vez tras el Mundial le sirvió para doblegar al combinado caribeño.
La exitosa puesta en escena vinotinto, integrando a veteranos como José Salomón Rondón, Roberto Rosales y Tomás Rincón con promesas del equipo subcampeón mundial sub-20 en 2017 como el portero Wuilker Fariñez o el mediocampista Yangel Herrera, y velocistas como Darwin Machís y John Murillo, se impuso sobre el teórico favoritismo albiceleste en el Wanda Metropolitano de Madrid.
Y de paso, regalaron una fiesta a su hinchada, mayoritaria entre los aproximadamente 15.000 espectadores que se congregaron en el estadio del Atlético de Madrid.
Salió la Venezuela de Dudamel con el rigor táctico por bandera, con una clara línea de cinco en el centro del campo y Rondón como única referencia ofensiva, pero el orden no les restó intención de ir a por el encuentro.
Avisó pasados apenas tres minutos Yangel Herrera, recortando en el área para buscar un centro que Darwin Machís no logró a controlar cuando estaba solo en el área y con una opción libre de tiro sobre la portería del argentino Franco Armani.
El mensaje era evidente: las bandas argentinas, con un esquema de tres centrales y dos carrileros con vocación ofensiva, Gonzalo Montiel y Nicolás Tagliafico, eran vulnerables. Y por ahí encontró el hueco poco después la Vinotinto.
Fue el lateral del Espanyol de Barcelona Roberto Rosales quien vio el desmarque de Rondón hacia el costado zurdo, le cedió para ganarle la espalda a los centrales albicelestes y rematar en salto y con el empeine a gol, haciendo inútil la salida de Armani.
El gol, cuando apenas corría el minuto 6, hizo enloquecer a la hinchada vinotinto, que ya se había demostrado más numerosa durante el anuncio de las alineaciones y en la interpretación de los himnos nacionales.
Un Rondón que igualaba así a Giancarlo Maldonado como segundo goleador histórico de la selección venezolana con 22 goles, a solo uno del récord de Juan Arango.
El plan estaba saliendo a la perfección, y Venezuela se dispuso a aguantar las probables acometidas argentinas en busca del empate, aunque antes volvió a amenazar con un intento de contraataque tras un saque de esquina albiceleste, en el que Murillo se equivocó al controlar.
Yangel Herrera se convirtió en la sombra de Messi, Yordan Osorio impidió que Lautaro Martínez rematara en el área un pase de Giovani Lo Celso y en general toda Venezuela mordía. También Rondón, que volvía a probar el disparo desde lejos a pase de Murillo.
Solo una genialidad de Messi, una jugada en la que dejó atrás a tres jugadores y centró para el remate de Lautaro Martínez, alto por poco, rompió el derroche en el esfuerzo de la Vinotinto, que había tenido justo antes un nuevo disparo de Rondón desde fuera del área, alejado por poco.
Mientras argentina buscaba la igualada, Rondón por el centro y Machís por la derecha encontraban los huecos en su retaguardia.
Pero no fue ninguno de ellos, sino Murillo quien le dio la segunda alegría de la tarde a la hinchada vinotinto, con un derechazo desde la esquina del área, imparable para Armani en el minuto 44. Gol y felicidad venezolana al descanso.
Con el triple cambio de Scaloni tras el intermedio, Argentina deshizo los tres centrales y añadió un mediocampista, Domingo Blanco y un delantero, Matías Suárez, con lo que consiguió más presencia en la media y mordiente en el ataque.
Ante eso hubo de defenderse Venezuela intentando cortar las combinaciones con Messi e intentando salir al contraataque. Detener completamente al mejor jugador del mundo es tarea casi imposible, y en un contraataque conducido por el “10” llegó el tanto argentino, materializado por Lautaro Martínez.
No se arredró el equipo de Dudamel, que confió en la velocidad de Machís para buscar la meta de Armani. El veloz extremo del Cádiz pidió penal en el minuto 62, y a él se unió el mediapunta Yeferson Soteldo, que ingresó a la cancha en lugar de Yangel Herrera y probó en velocidad al central argentino Juan Foyth, sin éxito.
Pese a los agobios, el contraataque venezolano surtió efecto en una jugada por la derecha con pase filtrado a Soteldo, que cedió al recién incorporado Josef Martínez -que había salido en lugar de Rondón-, obstaculizado dentro del área por Foyth. El árbitro español José María Sánchez Martínez señaló el penal.
El delantero del Atlanta United ejecutó el penal esperando a que Armani se venciera hacia un lado y clavando el disparo a la base del poste contrario.
Un 1-3 que llamaba, de nuevo, a la fiesta venezolana, con intento de ola incluida, interrumpido en la zona de aficionados albicelestes, que veían como incluso con el mejor jugador del mundo no eran capaces de superar al esforzado combinado caribeño.
Venezuela cerrará la fecha FIFA con un partido el lunes 25 ante Cataluña en Girona, mientras que Argentina lo hará un día después en Tánger ante la selección marroquí.
EFE
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