A quince días del superclásico entre Boca Juniors y River Plate, se intensificaron hoy las amenazas en el fútbol argentino, que hoy se vio sacudido por el ataque a tiros contra el estadio de Rosario central y la aparición de amenazas pintadas en la sede del equipo que orienta Carlos Bianchi.
El ambiente previo al esperado encuentro del 6 de octubre en La Bombonera entre el equipo xenize y los millonarios del River se ha puesto tenso tras advertirse que no habrá acceso de hinchas visitantes.
Días atrás aparecieron pintadas en las que se leía: «Si no hay acuerdo, habrá balas en La Boca», en alusión al pedido de barras bravas para que sea levantada la medida que impide el acceso de forofos del River Plate.
Los reiterados hechos de violencia protagonizados por fanáticos llevaron a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a prohibir el acceso del público visitante a los estadios.
El ataque al estadio rosarino ocurrió cerca de la medianoche, cuando dos individuos en una motocicleta dispararon contra uno de los portones de ingreso y una garita de seguridad, sin causar víctimas, informaron hoy fuentes policiales.
Dos días antes, las paredes de la cancha y sus inmediaciones amanecieron pintadas con leyendas amenazantes destinadas a los jugadores del club, que acumula tres derrotas consecutivas en el Torneo inicial.
En Buenos Aires, se conoció hoy la aparición de una nueva amenaza anónima, esta vez dirigida contra el jefe de Seguridad de Boca Juniors, Carlos Stornelli, que está negociando con una facción de la barra brava del club.
«Fiscal dejá de negociar con la barra», apareció escrito hoy en un muro a pocas cuadras de su domicilio.
Dos hinchas militantes de las barras bravas de Boca Juniors fallecieron en julio pasado durante un enfrentamiento entre facciones.
Además, árbitros y jugadores de distintos clubes han recibido amenazas de muerte.
EFE
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