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Santos colaboró en el pase del Alavés a la final de la Copa del Rey

El Deportivo Alavés afrontará el sábado ante el Barcelona la primera final de la Copa del Rey de su historia, a la que llega sin perder ningún partido en las rondas previas.

El plantel del argentino Mauricio Pellegrino sorprendió al fútbol español con su brillante puesta en escena esta campaña en la que tuvo un alto rendimiento tanto en la competición copera como en LaLiga.

Los guarismos en la Copa fueron casi inmaculados con cuatro victorias y cuatro empates en los que ha anotado doce goles y sólo encajó tres, a lo que hay que sumar la fortuna en los sorteos, que le permitieron disputar todos los segundos partidos de las eliminatorias en Vitoria.

Con un equipo recién ascendido de segunda división y prácticamente renovado (junto al Sporting de Gijón fue el equipo que más incorporaciones realizó en el mercado estival) con 16 incorporaciones, arrancó su participación ante el Nástic de Tarragona, de segunda división.

Ante el conjunto catalán, el Alavés fue muy superior y los jugadores menos habituales comenzaron a responder ante las alternativas que les ofreció el técnico argentino.

El 0-3 del partido de ida, con un doblete de Gaizka Toquero, dejó el cruce sentenciado y en Mendizorroza, los albiazules repitieron el resultado (3-0) en un gran encuentro de Rubén Sobrino.

La gran prueba llegó en los octavos de final ante el Deportivo de La Coruña, pero los babazorros marcaron distancias en la primera mitad (0-2) disputada en Riazor por medio de Édgar Méndez y el venezolano Christian Santos, hasta que Bruno Gama y Joselu en la recta final dejaron abierta la eliminatoria.

El empate a uno de Vitoria clasificó al Alavés por el valor doble de los goles fuera de casa, en un cruce que encumbró a Édgar Méndez como gran protagonista de la fase copera y que llega a la final como máximo goleador del equipo con cuatro dianas.

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La fortuna sonrió a la escuadra vasca, que recibió con alegría el emparejamiento con el Alcorcón, el único superviviente de la división de plata, pero ante los alfareros, los vitorianos sufrieron más de lo esperado.

En el envite de ida y tras un empate a cero hasta el minuto 88, Ibai Gómez abrió la puerta de las semifinales con dos goles en dos minutos que decantaron la eliminatoria, ya que en el choque de vuelta el resultado no pasó del empate a cero inicial en uno de los peores partidos del Deportivo Alavés esta temporada y en el que el Alcorcón mereció más, pero no tuvo puntería.

Las semifinales se preveían muy complicadas, puesto que enfrente estaba el Celta de Vigo, que atravesaba un gran momento de forma y había eliminado al Real Madrid.

Los del argentino Eduardo “Toto” Berizzo eran favoritos, pero se encontraron con un correoso Alavés que hizo de su orden defensivo y su riqueza táctica un valor que explotó en los dos choques.

En el partido de ida Iago Aspas se encontró con un inspirado Fernando Pacheco, a quien el aguacero que irrumpió en Balaídos no le impidió mostrar sus cualidades para desbaratar las ocasiones celtiñas y acabar con un 0-0 que dejaba todo abierto para Vitoria.

Con un estadio a rebosar y un ambiente ensordecedor, el Alavés disputó un serio encuentro y empujado por su público logró el pase a su primera final con el canario Méndez como el héroe del partido al ser el autor del gol en el minuto 81, recién incorporado a un césped que tuvo que abandonar pocos minutos después por una lesión.

Era la cuarta semifinal de la historia del equipo babazorro y tras caer eliminado ante el Barcelona (1928), Sevilla (1939), Mallorca (1998) y Zaragoza (2004), consiguió colarse en la final por primera vez en su historia.

EFE
Foto: Archivo
Lavinotinto.com

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