Rusia endurecerá los castigos contra los aficionados violentos con vistas al Mundial de 2018 tras el vergonzoso comportamiento de los ultras rusos en la pasada Eurocopa, que incluso superaron en salvajismo a los “hooligans” ingleses.
El proyecto de ley remitido hoy a la Duma o cámara de diputados propone introducir en el código penal arrestos administrativos de hasta diez días en caso de que los aficionados alteren el orden público durante competiciones deportivas.
También recibirán multas de hasta 20.000 rublos (más de 300 euros) y la prohibición de acceder a un estadio por espacio de uno a siete años.
En el caso de que el infractor sea un seguidor extranjero, éste puede ser deportado, como ocurriera en junio con los radicales rusos en Francia.
De hecho, la nota aclaratoria al proyecto de ley vincula la iniciativa parlamentaria con el Mundial 2018, la Copa Confederaciones de 2017 y “la masiva deportación de aficionados rusos”.
Los incidentes violentos protagonizados por los aficionados rusos estuvieron a punto de costarle a la selección rusa la expulsión del torneo, del que fue apeada en la primera fase tras empatar un partido y perder los dos restantes.
El presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR), Vitali Mutkó, se mostró muy crítico con los aficionados rusos, cuyo organización ordenó disolver.
Precisamente, el líder de la Unión de Aficionados de Rusia, Alexandr Shpriguin, fue detenido en septiembre en el hotel donde se celebraban las elecciones a la presidencia de la UFR.
Shpriguien fue expulsado por las autoridades francesas durante la pasada Eurocopa como uno de los responsables de las acciones violentas protagonizadas por los seguidores del equipo eslavo.
Con respecto al Mundial 2018, Mutkó aseguró que Rusia espera atraer a un millón de visitantes extranjeros y para lograrlo ha puesto en marcha programas que facilitarán la entrada en el país y el transporte entre las distintas ciudades que acogerán la competición.
Por otro lado, Rusia extremará las medidas de seguridad para no permitir los incidentes violentos vividos durante la primera fase de la Eurocopa. EFE