El piloto de los Vigilantes de Texas, Ron Washington, aprendió rápidamente la lección que le dio el bateo explosivo en el tercer juego de la Serie Mundial y para el cuarto aleccionó a la perfección al joven abridor zurdo Derek Holland que lanzó una joya de pelota.
Holland no iba a hacer ningún tipo de concesión desde el montículo y con un control completo desde el inicio logró silenciar y pintar de blanco a los Cardenales después que los Vigilantes ganaron por 4-0 para empatar a 2-2 el Clásico de Otoño que disputan al mejor de siete partidos.
El abridor zurdo, que logró su primer triunfo en un partido de la Serie Mundial, se mantuvo en el montículo ocho entradas y un tercio para disparar dos imparables, dio dos bases por bolas y retiró a siete bateadores por la vía del poche.
Holland (1-0) dominó a 28 enemigos con 116 lanzamientos, 76 de ellos a la zona perfecta del strike.
Washington pensó que después del trabajo realizado por Holland no era conveniente arriesgarlo a que siguiese hasta el final para el juego completo y mandó llamar al dominicano Neftalí Féliz, que sacó sin problemas los dos últimos «outs» del partido.
El quinto partido se jugará el lunes en el mismo escenario del Rangers Ballpark, con lo que se espera será otro duelo de pitcheo al tener en el montículo al abridor derecho Chris Carpenter (1-0) por los Cardenales y a C.J.Wilson (0-1) por los Vigilantes.
EFE