El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) traslada su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al circuito de Monza, sede del Gran Premio de Italia, que se disputará este fin de semana en la legendaria pista de las afueras de Milán, de la que, pase lo que pase, saldrá como primer clasificado en el campeonato.
Tras ganar hace dos domingos el Gran Premio de Bélgica, por delante de su compañero y rival Nico Rosberg, Hamilton -doble campeón mundial, el año pasado y en 2008, con McLaren- volvió a traer la ‘normalidad’ al certamen, al encabezar un nuevo doblete para Mercedes, que había sufrido un descalabro en su espectacular dominio en Hungría, donde el inglés acabó sexto y el alemán, octavo.
Hamilton, de 30 años, logró en Spa-Francorchamps -donde el galo Romain Grosjean (Lotus) también subió al podio- su sexta victoria de la temporada tras la cuál encabeza el certamen con 227 puntos, 28 más que Nico. Y en Monza buscará el cuadragésimo triunfo de su carrera en F1, que le situaría a uno de la tercera marca histórica que comparten el fallecido brasileño Ayrton Senna -triple ganador del Mundial- y el cuádruple campeón del mundo alemán Sebastian Vettel (Ferrari), único que ha respondido al brutal dominio de las ‘flechas de plata’ con victorias en Malasia y Hungría.
Tras su periplo triunfal en Red Bull, Vettel (tercero en el Mundial, con 160 puntos) correrá por primera vez ‘en casa’ en Monza, donde logró su primera victoria en F1 -con un Toro Rosso, en 2008- y ganó otras dos veces, en 2011 y en 2013, cuando fue sonoramente abucheado en el podio por los ‘tifossi’, que aclamaron al doble campeón mundial español Fernando Alonso, segundo ese día y dos veces ganador en el templo de la alta velocidad lombardo (2007 y 2010).
El nuevo capitán de Ferrari circulaba hacia el tercer puesto en Spa cuando sufrió un reventón que le dejó fuera de los puntos.
La polémica vuelve a estar servida: ‘Seb’, cuádruple campeón mundial, dijo tras la carrera belga que la calidad de los neumáticos es “miserable” y que si el reventón se hubiese producido unos metros antes, se hubiera estampado contra el muro; a lo que el mítico Niki Lauda -ganador de tres títulos para Austria (el primero de ellos hace 40 años y en Monza, precisamente) y uno de los directores de Mercedes- respondió que “no se puede culpar” a Pirelli.
Los pilotos tienen previsto llevar a debate esta situación en la mítica pista lombarda, a la que el suministrador único llevará este fin de semana -a diferencia del año pasado, cuando optó por los más duros- los compuestos medio (reconocible por la raya de color blanco) y blando (amarilla) “para abrir diferentes posibilidades a las estrategias” de una carrera, que se disputará, como es habitual -y con la excepción de 1980, cuando, debido a unas obras se corrió en Imola- en el Autódromo Nacional de Monza, inaugurado en 1922.
Único presente, al igual que Silverstone (Inglaterra) y a excepción de la citada edición de Imola, en todos los Mundiales de Fórmula Uno desde su creación, en 1950. Un circuito de 5.793 metros en el que se alcanzan las máximas velocidades del curso y al que el domingo está previsto dar un total de 53 vueltas, para completar un recorrido de 306,7 kilómetros.
En el que el que más veces ha ganado (cinco) es el alemán Michael Schumacher (Mercedes), ‘hombre-récord’ de la F1, con siete títulos y 91 victorias. Y donde Alonso, decimoquinto en el Mundial, con once puntos, intentará pasar cuanto antes el mal trago en la hasta ahora peor temporada de la historia de McLaren, en su reencuentro con el motorista Honda.
El doble campeón mundial asturiano, que ganó en Monza con esa escudería en 2007 y causó furor ‘ferrarista’ en 2010, se volvió a dar de bruces con la realidad en Spa, donde sufrió de lo lindo -con 55 puestos de sanción en parrilla incluidos- para acabar decimotercero, después de pescar con maestría en río revuelto en Hungría, donde finalizó quinto, su mejor resultado del año.
El madrileño Carlos Sainz, que el martes cumplió 21 años; que viene de sufrir cuatro abandonos seguidos y que perderá diez puestos en parrilla, ya que cambiará el motor de su Toro Rosso, espera que ésta sea la última mala noticia de un campeonato en el que ocupa el decimosexto puesto con nueve puntos, a 17 de su compañero holandés Max Verstappen, décimo, que, a sus 17 años, aparte de ser el más joven debutante de la historia de la F1, es el mejor neófito.
El tercer español en pista, el castellonense Roberto Merhi (Manor), intentará clasificarse de nuevo por delante de su compañero inglés Will Stevens, en un Gran Premio en el que el venezolano Pastor Maldonado (Lotus) buscará añadir más puntos a los doce con los que ocupa el decimocuarto puesto.
El mexicano Sergio Pérez (Force India), undécimo, con 25, que fue quinto en Spa -donde logró su mejor resultado del curso-, intentará acercarse lo máximo al segundo puesto que logró en esta pista con un Sauber en 2012. El día en que Hamilton, ganador el año pasado, obtuvo, con McLaren, su primera victoria en Monza.