En los dos anteriores enfrentamientos entre Venezuela y Colombia en el vecino país, el resultado definitivo provino de un gol. El duelo que se escenificará en Barranquilla promete la misma paridad del pasado.
Hace ocho años, Juan Arango silenció temprano al Metropolitano de la ciudad costeña. Ese día, la Vinotinto resistió cada uno de los intentos neogranadinos con una excelente labor defensiva. La concentración de nuevo será un factor clave en la intención de sumar en condición de visitante.
En 2007, un tiro libre ejecutado en el tramo final del encuentro fue el que hizo la diferencia a favor del once cafetero. El equipo local propondrá, pero con las reservas que implican un compromiso de eliminatorias, en el que cualquier descuido, así sea defendiendo una pelota detenida, puede quitar puntos.
Esta vez, el conocido concepto de que el partido se definirá en el medio tiene un peso indudable. Los cambios en ese sector en ambas selecciones son de importancia y reabren un choque de fuerzas interesante. Colombia intentará manejar el balón y Venezuela aprovecharlo cuando lo tenga en su poder.
El factor del tiempo atmosférico luce como uno q ue afectará a ambos por igual. El desgaste físico que produce jugar en Barranquilla tiene que ser administrado por jugadores más habituados a los escenarios de otros países, aunque con experiencia previa en condiciones como las del escenario del partido.
Para ambos equipos es el primer partido de una doble jornada crucial, exigente. La pretensión de obtener el resultado planificado tomará en cuenta factores como los mencionados y otros más, en un cotejo que luce como de los más parejos entre ambos países en tiempo reciente.
Javier Rivera
Foto FVF
