Rómulo Otero regresa a la convocatoria de Noel Sanvicente para los partidos frente a Bolivia, en La Paz, y Ecuador, en Puerto Ordaz, tras superar la recaída de una lesión en su pie que lo mantuvo al margen de la selección así como de su antiguo club en Venezuela, el Caracas FC y del actual, el Huachipato chileno.
“Trataba de recuperarme al máximo para jugar estos partidos”, expresó de entrada, para posteriormente añadir que “fue difícil recaer, pero lo superé y ya estoy al 100 por ciento”.
El mediocampista dijo que “hay que tener mente fuerte” para dejar atrás esos “momentos difíciles” que, sin embargo, “te hacen madurar como futbolista y como persona”, afirmó.
Otero se pone a la par de su compañero Ronald Vargas, también muy aquejado por molestias físicas que lo apartaron por un período de tiempo nada breve. “Me veo mucho en el espejo de Ronald Vargas, quien la pasó mal con las lesiones, pero pensando que iba a salir de eso. Y míralo. Le está yendo bastante bien”, acotó.
El ex jugador del Rojo sabe lo que es disputar un partido de eliminatoria. Lo hizo, además con gol, ante Perú, en el Premundial de Brasil 2014. Su fogueo internacional se acrecienta aún más luego de haber jugado contra Bolivia en la altura de La Paz, en noviembre del año pasado.
Jugar a 3600 metros sobre el nivel del mar “es lo peor, es una sensación bastante desagradable” dijo Otero, pues “sentado en la banca me empecé a marear, me dolía la cabeza y tuve que bajar al camerino a ponerme oxígeno”, recordó.
Sin Juan Arango, conocido como la ‘Zurda de Oro’ de la selección, Rómulo asume una “responsabilidad” enorme cuando se trata de afinar la puntería para definir al arco contrario, por lo que ha estado “tratando de practicar los tiros libres”.
De su mentor en el combinado aprendió “bastante”, así lo manifestó Otero. “Me acercaba a Juan (Arango) y él me decía que podía patear (tiros libres) con él y también me decía: ‘No, posiciónate así o pégale así”, agregó.
El dorsal ‘10’ conoce las características de jugar en la altura y espera tenerlas en consideración mientras se desempeñe en el campo con el objetivo de aportar a la causa nacional. “En Bolivia la pelota se mueve demasiado. Hay que saberla agarrar porque si le das un poquito mal, la mandas a la tribuna. Hay que buscar el arco y patear duro”, acotó.
Del mismo modo, agregó que “a partir de mañana (este miércoles) empiezo mis sesiones en las cámaras hiperbáricas”, a fin de controlar la respiración y regular su ritmo cardíaco de cara al choque contra la Verde frente a la que sumar es deber inmediato de la Vinotinto para mantener a flote el sueño mundialista.
Por: Caro Mejías
Entrevista: Conexión Goleadora
Foto: Archivo
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