En la segunda y última parte de su extensa entrevista con FIFA.com, el seleccionador de Uruguay Oscar Tabárez habla de las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, de su participación en la próxima Copa FIFA Confederaciones y del momento de Diego Forlán en un plantel que sobresale por su estabilidad. Además, analiza la Eurocopa 2012 y elogia a Alemania, la última selección en vencer a la Celeste.
Sr. Tabárez, ¿cuál es el balance de lo hecho por Uruguay hasta el momento en el clasificatorio para Brasil 2014?
En la primera parte nos ha ido bastante bien comparando experiencias anteriores, pero no se ha conseguido nada. Está todo muy parejo, así lo indican tanto el desarrollo de los partidos como los resultados y la tabla, con todos bien apretados. ¡Si hasta resulta imposible marcar una tendencia todavía!
¿Qué análisis hace de Venezuela y Perú, sus próximos rivales? ¿No le preocupa que ambos salgan a jugarle de contragolpe?
En una eliminatoria sudamericana la preocupación es rutina, y a nosotros jamás nos ha resultado fácil ningún equipo. Tampoco sería novedad si vienen a Uruguay a pararse de contragolpe: ¿qué equipo no va a jugar de visitante tomando precauciones defensivas? Incluso Argentina lo hizo en Barranquilla, ¡y terminó ganando!
Al final, parece cierto aquello de que ya no hay más partidos fáciles…
Mire, es el resultado el que le hace ver si un partido fue realmente fácil o difícil, o si estuvo dentro de lo esperado. Nosotros sabemos que hay cosas que nos han dado resultado y otras en las que tenemos que mejorar. Esas son nuestras preocupaciones. De lo que estoy casi seguro es que si no conseguimos los seis puntos, será más por mérito de los rivales que por no intentarlo.
Aún sabiendo que las eliminatorias y los Juegos Olímpicos son sus prioridades inmediatas, ¿qué le puede aportar el año que viene la Copa FIFA Confederaciones?
Como cualquier competición importante, aporta mucho. De hecho, a raíz de la ubicación en Sudáfrica, hemos insistido en conseguir para las fechas FIFA rivales de jerarquía, porque allí está la clave para seguir creciendo. Por eso hemos jugado con Alemania, Holanda, Italia y Rusia, y luego de los Juegos lo haremos con Francia. Esta edición despierta muchas expectativas por el nivel que, a priori, tienen los participantes. ¡Entonces, de ningún modo será una interferencia!
Al jugarse en Brasil, ¿se imagina todo lo que se hablará del Maracanazo? ¿Es algo que le molesta?
Para mí no es de interés, y todo ese asunto ya lo viví en 1989, cuando perdimos la final de la Copa América allá con Brasil… El Maracanazo está allá en el tiempo y es inigualable, y no tenemos por qué reivindicarlo nosotros. Ganemos o perdamos la Copa Confederaciones, ese hito seguirá siendo tan grandioso como siempre.
Cambiando de tema, uno de los puntos fuertes de Uruguay parece ser la unidad del plantel. Aún así deseamos preguntarle: ¿hay lugar para caras nuevas? Lo consulto porque…
¡No me nombre a ningún futbolista, por favor! (interrumpe con amabilidad pero voz firme). Aquí no le cerramos las puertas a nadie, pero yo nombro a un futbolista cuando está en la selección, no antes. Hay muchos buenos jugadores uruguayos, algunos hasta quizás mejores de los que están, pero por respeto a todos, no es justo mencionarlos. Si no, me pongo al nivel de los aficionados, que seguramente deben tener su opinión sobre si debe estar éste o aquel…
Bueno Maestro, no se nos enoje… (risas)
… ¡No me enojo, pero el tema me apasiona! Yo entiendo que puede ser motivo de interés para periodistas o aficionados, pero algunos, con todo el respeto del mundo, no saben de futbol, sino que solamente les gusta. La parte diferente que tiene mi cargo, en lugar de jugar a armar el equipo, es tomar las decisiones, y yo las tomo en base a un montón de cosas. Creo que no soy tan tonto como para saber cuando un jugador es bueno o no. Y que alguien no esté ahora, por supuesto, no le quita su condición de buen jugador…
Además…
…Mire, cuando me nombran a un jugador, ¡deberían decirme a quién sacar! (continúa con entusiasmo). Hay tener en cuenta que uno debe trabajar con un número determinado de futbolistas, formar un grupo… Son todas cosas que nos dan estabilidad. Entonces, cambiar a cada rato no es bueno. Y uno busca un perfil de futbolista, algo que aplica tanto a la mayor como a los juveniles, y que ha sido motivo de elogio. Si tengo una realidad que, si bien no es definitiva, sí ha tenido sus puntos de fuerza, ¿por qué no insistir en ellos? Usted no puede tener un plantel de 50 futbolistas.
Hablemos de uno que está: ¿le preocupa el nivel de Forlán, que casi no ha jugado en el Inter?
Siempre nos preocupa que un jugador de la selección no tenga competencia, y está claro que me extraña que un futbolista de la calidad de Forlán casi no haya sido tenido en cuenta. Sin embargo, hay que poner esa preocupación a la luz de su potencialidad, de lo que ha demostrado aquí y del efecto que estar en el grupo le provoca. Acá llega a un plantel afianzado, que quizás no entrena todos los días pero tiene su memoria colectiva. Hablaremos con él y veremos su punto de vista, aunque puedo confirmarle que cuento con él.
Sabemos que no le gusta hacer futurología pero, a tan poco del comienzo de la Eurocopa, nos gustaría saber cuáles son sus candidatos al título…
Es otra edición particular: si en vez de una clasificación se hubieran elegido a los participantes por historia o méritos anteriores, ¡quizás hubieran seleccionado a los mismos! Por lo que vienen haciendo a nivel de competiciones europeas y mundiales, España y Alemania tienen jugadores, antecedentes y experiencia de trabajo que los ponen, siempre a priori, como grandes aspirantes al título.
Alemania es, justamente, el último equipo en ganarle a Uruguay, en aquel amistoso jugado dos años atrás. ¿Qué opinión le merece su nivel actual?
Yo siempre dije: ‘Si nosotros tenemos la garra charrúa, ¿cómo llamamos a lo de Alemania?’ ¡Eso sí que era garra! Ahora han evolucionado: sin desconocer la idiosincrasia del fútbol alemán, primero con Klinsmann y ahora con Loew, empezaron a buscar otro biotipo de jugador. Así, mantuvieron el poderío físico y la mentalidad ganadora pero le agregaron muchos futbolistas de buen pie, aprovechando la riquísima inmigración con la que cuentan. Es un equipo con gran presente y mejor futuro.
¿Y qué hay del futuro de Uruguay? ¿Cree que estará en Brasil 2014?
Está claro que nuestra meta es ir a Brasil, y que detrás de ese objetivo hay un proceso de siete años, respaldado por una forma de trabajar que ha conseguido resultados. Aunque, obviamente, no sé si lo vamos a conseguir. ¡Y eso es lo lindo del fútbol, lo que me mantiene vivo como entrenador! Si fuera ‘soplar y hacer botellas’, como decimos aquí, sería aburrido. Y yo me dedicaría a otra cosa.
Cortesía Fifa.com
LaVinotinto.com