La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) aceptó compensar con unos 765 millones de dólares a 18000 jugadores que abandonaron por lesiones derivadas de las conmociones cerebrales sufridas durante partidos, así como financiar investigaciones médicas y costear exámenes.
El anuncio hecho en Filadelfia por la jueza federal de distrito Anita Brody constituye un principio de acuerdo con los ex jugadores y familiares
El principio de acuerdo establece que la NFL tendrá 20 años para hacer el pago completo del dinero acordado, pero la mitad deberá ser entregada en los tres primeros y el resto en los otros 17.
Algunos de los querellantes sufren hace años desde demencia hasta depresiones o Alzheimer, que son achacados a los constantes golpes que recibieron en la cabeza durante su carrera.
Varios de ellos jugaron en la NFL sin un contrato laboral, por lo que tenían las facultades legales para entablar una demanda.
Entre quienes demandan están, al menos, diez miembros del Salón de la Fama de la NFL encabezados por Tony Dorsett, quien fue corredor de los Cowboys de Dallas.
También participan Jim McMahon, destacado mariscal de campo de los Bears de Chicago y ganador del Super Bowl, así como familiares del apoyador de Pro Bowl Junior Seau, quien se suicidó el año pasado y su cerebro fue donado para cumplir investigaciones.
Los demandantes acusan a la NFL de esconder riesgos conocidos por décadas para hacer volver a los jugadores a los partidos y proteger la imagen de la Liga.
La NFL y su comisionado, Roger Goodell, han negado cualquier acción indebida y reiterado que trabajan más que nunca en la seguridad de los jugadores.
EFE
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