Desde la pretemporada de diciembre han sido muchos los cambios que se han gestado en la maquinaria blanca, positivos en su mayoría. Y a la fecha se pueden percibir con claridad las evoluciones individuales que la Sub 20 merengue luce sábado tras sábado.
Emilio Mouriño y Luis González fueron pieza clave en el pasado compromiso ante el Petare. Pero esto no es algo que venga mostrándose recientemente, ambos son jugadores de calidad y juego preciso, cuyas fortalezas son la concentración, profundidad y visión periférica del engramado. A pesar de carecer de físicos pronunciados logran contrarrestar esa cualidad y lo compensan con el resto de sus habilidades.
A pesar de un empate a cero con varias oportunidades de anotar, Francesco Stífano, DT merengue, resaltó muchas cosas positivas del encuentro disputado contra los municipales. “Vimos el trabajo reflejado en la fabricación de 10 o 12 córners y muchos fouls cerca del área, aunque no tuvimos la suerte de meterla, pero lo importante es seguir trabajando y que el grupo siga ahí, siga creyendo en esto para mantener el primer lugar y estar tranquilos para clasificar, pensando en mejorar para lo que se viene”, agregaba.
Destacó el gran trabajo realizado por “Mou”, quien entró en calidad de suplente por Paúl Perales al minuto 54, para dar más apoyo a la ofensiva ibérica. “Me gustó mucho el partido de Emilio. La verdad es que creo desde que entró Mouriño al partido le dimos otra profundidad al equipo, en serio que aportó cosas importantes”, destacaba Stífano, así como también dio elogios al trabajo de Gónzalez, quien para funcionó como motor del ESPPOR en ese cotejo. “Creo que ‘Güigüi’ fue el jugador más desequilibrante que tuvimos y fue quien llevó todo nuestro ataque hacia delante”.
Es importante destacar que uno de los baluartes del compromiso ante Mineros, cerrando el Apertura 2011, fue el mismo González, mostrando su polivalencia al destruir contras rivales y armar ataques letales, tal como los grandes.
Lesiones pasaron baja factura esta vez
El mal estado de las canchas y la alta exigencia física son dos factores que juntos pueden ocasionar daños graves en un jugador, y más cuando se trata de un torneo de filiales de la División de Honor del Fútbol Venezolano.
Christopher Rivas, atacante ibérico, salió resentido de uno de sus tobillos en el último partido, pero el técnico aseguró que arrastró “un fuerte dolor en el tobillo, pero será chequeado, aunque creo que para el sábado podrá estar listo”. Asimismo, resaltó que espera la incorporación de Hugo Díaz, quien sufrió molestias en la rodilla durante la semana y “ya va a estar mejor y completar el equipo” para no ceder espacios frente a los “Rojos del Ávila”.
