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Montero marcó la diferencia y Cachorros concluyó la sequía de títulos

La presencia de peloteros latinoamericanos fue clave al cierre del Clásico de Otoño para ayudar a los Cachorros de Chicago a dar por terminada la maldición de la novena, que desde el 1908 no ganada un título de Serie Mundial.

El receptor venezolano Miguel Montero, que salió como emergente, completó racimo de dos carreras en el décimo episodio y los Cachorros se hicieron de su primer título de Serie Mundial desde 1908 venciendo 8-7 a los Indios de Cleveland en el séptimo y último partido del Clásico de Otoño.

La última vez que los Cachorros jugaron una Serie Mundial fue en 1945, pero sin conseguir el triunfo, pero esta vez la pelota latinoamericana les permitió concluir la sequía y las “maldiciones” en su contra.

El guardabosques Ben Zobrist inició el ataque en la parte alta de la décima entrada con doble remolcador de una carrera con imparable que empujó a la registradora al corredor emergente de origen cubano Albert Almora Jr. con la carrera que rompió un empate en el décimo episodio (7-6).

Mientras que Montero le siguió con sencillo al jardín izquierdo y empujó a la registradora al primera base Anthony Rizzo con la anotación que dio el triunfo a los Cachorros y que puso fin a la sequía de títulos más amplia en la historia de las Grandes Ligas.

Montero estuvo perfecto con un viaje a la caja de bateo pegando imparable y remolcando la carrera de la diferencia.

En el ataque de los Cachorros también destacó la presencia del segunda base puertorriqueño Javier Báez (1), quien pegó vuelacercas en la parte alta del quinto episodio sin corredores en el camino.

El boricua enfrentó al abridor Corey Kluber y le respondió los servicios desapareciendo la bola entre los jardines derecho y central con batazo que mandó por el aire la pelota 408 pies.

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Báez, de 23 años, fue cinco veces a la caja de bateo y conectó una vez, pero lo hizo con poder y en el momento oportuno.

El receptor venezolano Wilson Contreras estuvo dos veces ante el lanzador, pegó una vez y remolcó una carrera.

En el cuarto episodio Contreras pegó doble a lo profundo del jardín central y mandó a la timbradora a Zobrist.

Desde el montículo, la victoria se la acreditó el relevista cubano Aroldis Chapman (1-0), quien fue el encargado de iniciar en la serie la racha triunfal de los Cachorros para que se hicieron del título de la Serie Mundial.

Luego de que los Indios tenían desventaja de 1-3 en la serie, Chapman los controló desde el montículo en el quinto partido venciéndoles 3-2 y dando vida a la novena de Chicago.

Si en el quinto partido, el cubano fue el héroe, esta vez concluyó el Clásico de Otoño acreditándose el triunfo.

Chapman lanzó una entrada y un tercio y aunque permitió tres imparables, un jonrón y dos carreras limpias, ponchando a dos enemigos, se apuntó el triunfo con el reconocimiento de su piloto, Joe Maddon, quien concluido el partido indicó que a pesar de haber cometido un error al forzarlo a salir tres juegos seguidos, el cubano lució nudillos de lujo y se merecía la victoria.

Por los Indios, que estaban tratando de acreditarse su primer Clásico de Otoño desde 1948, el bateador designado dominicano Carlos Santana pegó una vez en cuatro viajes a la caja de bateo, y en el tercero con sencillo mandó a la registradora al guardabosques Coco Crisp.

El antesalista dominicano José Ramírez pegó dos veces en cinco viajes a la caja y llegó una vez a la registradora, impulsado por doble de Guyer en el octavo episodio, pero no pudo evitar la derrota de los Indios y el quedarse sin el título de campeones.

EFE
Lavinotinto.com

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