El clásico 267 resultó vertiginoso, con siete goles y muchas emociones. Al final Santa Fe se llevó los tres puntos, Osorio Botello tres goles y nuevamente la suerte no nos acompañó.
El primer tiempo del clásico capitalino resultó accidentado para los nuestros, corría el minuto ocho, cuando el portero Nelson Ramos salió a tratar de rechazar un balón y se estrelló con el defensa central Ignacio Ithurralde, la ceja derecha del portero llevó la peor parte. Nuestro equipo dominaba el partido, creaba las opciones más claras y cubría lo ancho de la cancha, mientras que el visitante se dedicaba a esperar y contragolpear.
En los pies de Wilberto Cosme estuvieron las opciones de gol más claras, luego de un pase de Mayer Candelo y otro de Erick Moreno, pero sus remates fueron bien controlados por el portero Vargas. Corría el minuto 24 cuando en centro desde la derecha tomó mal parada a la defensa azul y de cabeza Jonathan Copete concretaba el uno por cero.
Nuestro equipo trató de sacudirse del gol ‘cardenal’, y comenzó a darle más tránsito al balón, pero los pases eran errados y no se concretaban claramente las jugadas. En una falta desde la zona izquierda cobrada por Omar Pérez, nuevamente Copete tomó mal parada a la defensa ‘embajadora’, y de cabeza colocó el 0-2, nuestro equipo no podía creerlo, dos jugados, dos goles.
Nuestros jugadores no bajaron los brazos y seguían atacando, buscándole la vuelta al partido y la forma de encontrar el gol del descuento. Faltando un minuto para el final de la primera etapa, llegó una falta al borde del área ‘cardenal’, el cobro lo tomó Candelo y su disparó fue limpio al palo de la mano izquierda de Vargas, pero el travesaño no permitió celebrar, el grito de gol se atraganto.
Para el segundo Millonarios F.C., salió decidido a conseguir el empate, pero una mala pasada del destino lo evitaron y por el contrario fue Santa Fe quien consiguió el tercer gol. Tan solo transcurrían dos minutos del segundo tiempo y Pérez colocaba el 0-3 y como si fuera poco el boliviano Cabrera conseguiría el 0-4 cinco minutos después, la noche se nos venía encima.
Al terreno de juego llegó Humberto Osorio Botello en lugar de Cosme, el técnico buscaba alternativas en el ataque y pronto vería los resultados. Al minuto 15 luego de una jugada por izquierda, Osorio Botello se da media vuelta dentro del área y coloca el primero para el ‘embajador’. Nuestro equipo no bajaba los brazos y siguió atacando, buscaba la forma como seguir descontado y nuevamente por la zona izquierda llego el segundo gol azul y otra vez sería Osorio Botello quien colocaría la pelota en el fondo de la red, a este punto el partido ya se encontraba 2-4.
El ‘embajador’, se dio cuenta que podía seguir achicando la diferencia y con amor propio se fue encima del rival y al minuto 32 nuevamente Osorio Botello marcaría el séptimo gol del partido, el tercero en su cuenta personal y el tercero para Millonarios, un gol que nos devolvía la esperanza, ahora estábamos más cerca, el marcador se apretaba 3-4 marcaba la pizarra. Nadie podía creerlo Millonarios F.C., estaba a un gol de lograr una hazaña, el tiempo corría en nuestra contra pero el azul seguía soñando con lograr el empate.
Nuestro equipo no bajó los brazos y mantenía los continuos ataques, pero la suerte no nos acompañaba y el reloj seguía su marcha, y hasta el final se mantuvo la zozobra, luego de una jugada de Osorio Botello que dejó sin aliento a ‘embajadores’, como a ‘cardenales’, pudo haber sido el empate, pero el portero Vargas ahogó el grito de gol. Luego de esa jugada el árbitro levantó los brazos y señaló el final del partido, se lucho, se hizo todo lo posible pero no alcanzó.
Video: SangreCardenal
Foto: millonarios.com.co
LaVinotinto
