El técnico español Miguel González, Michel, se convirtió en el nuevo entrenador del Olympique de Marsella, diez días después de la dimisión inesperada del argentino Marcelo Bielsa, informó este miércoles el club.
Michel «llega al Marsella con sus adjuntos y con el objetivo de proponer un juego espectacular a los aficionados», indicó el club en un comunicado trasmitido a través de su web.
El exjugador del Real Madrid aterriza en un club convulsionado por la inesperada salida de Bielsa tras haber perdido el primer partido liguero y con el argumento de una diferencia contractual con los dirigentes.
El ‘Loco’ había construido un equipo a la imagen de su ideario deportivo, que fue forjando en su primera temporada en el Marsella, donde tras acabar al frente de la tabla la primera vuelta bajó el nivel en la segunda para terminar cuarto, a un paso de la Liga de Campeones.
Su testamento deportivo es el de un juego alabado por todos en Francia y una personalidad muy criticada.
Durante el verano se fueron algunas de las estrellas del equipo, como Ayew, Fanni, Gignac, Imbula y Payet, mientras que llegaron refuerzos como los veteranos Lass Diarra y Abou Diaby y los jóvenes Karim Rekik y el español Javier Manquillo, cedido por el Atlético de Madrid.
El segundo partido de liga, con Franck Passi, exadjunto de Bielsa, como entrenador, también cayeron derrotados.
Michel hereda un club convaleciente, con la grada desencantada con Bielsa, a quien adoró en su año al frente del equipo pero por quien se sintió traicionada por su adiós furibundo.
El técnico madrileño responde al perfil que buscaba el Marsella, un entrenador ofensivo, con experiencia y capaz de reforzar la estructura deportiva del equipo, que siguiera la obra iniciada por Bielsa. El objetivo declarado de la entidad es acabar entre los cuatro primeros.
Tras un almuerzo con el presidente, Vincent Labrune, y el resto de los responsables del Marsella, Michel firmó su compromiso con el club de la segunda ciudad francesa, que según diversos medios es para dos temporadas.
El Marsella destacó que el que fuera uno de los miembros más destacados de la «Quinta del Buitre» es «un apóstol del juego bonito» que «exige mucho a sus jugadores, en particular, divertirse para presentar un fútbol ofensivo y agradable».
«Reflejo de la escuela española, la posesión del balón es una herramienta importante en su planteamiento. Se mantiene fiel a sus ideas», señaló el Marsella.
El club destacó que Michel «conocía la plantilla como la palma de su mano, las particularidades de cada jugador».
Michel vuelve a un banquillo tras la ruptura abrupta de su experiencia en el Olimpiakos griego, donde fue cesado en enero pasado tras haber ganado dos ligas y una Copa.
La ateniense fue su primera experiencia fuera de España, donde debutó en el banquillo en el Rayo Vallecano, antes de ocuparse del Castilla, filial del Real Madrid, su club de toda la vida.
Posteriormente pasó por el Getafe, donde acabó sexto, sinónimo de clasificación para la Copa de la UEFA y la mejor temporada del club en toda su historia.
Al año siguiente fue despedido tras una irregular segunda vuelta en febrero de 2012 contratado como entrenador del Sevilla, donde solo estuvo once meses.
Su palmarés como técnico lo engrandeció en el Olimpiakos, donde además de las ligas de 2013 y 2014 y la Copa de 2013, clasificó al equipo para octavos de final de la Liga de Campeones, donde fue eliminado por un corto margen por el Manchester United, lo que precipitó su destitución.
Nacido el 23 de marzo de 1963 en Madrid, Michel se formó en el Real Madrid, donde jugó entre 1982 y 1996 un total de 404 partidos y marcó 96 goles.
Miembro destacado de la «Quinta del Buitre» junto a Butragueño, Pardeza, Sanchís y Martín Vázquez, ganó seis ligas españolas, dos Copas de la UEFA y cuatro Supercopas de España.
En 1996 fichó por el Atlético Celaya de México para poner fin a su carrera al año siguiente.
Michel vistió la camiseta de la selección española en 66 ocasiones y marcó 21 tantos.
EFE
Foto: www.latribunamadridista.com
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