El alemán Sebastian Vettel (Red Bull), ganador los últimos dos años, y el español Fernando Alonso (Ferrari), campeón en 2005 y 2006, aspiran a lograr, con permiso de McLaren, su tercer título Mundial de Fórmula Uno, en un campeonato que arranca este fin de semana en Melbourne (Australia).
Vettel dominó de forma aplastante el pasado Mundial, en el que ganó once carreras y siguió ampliando su nómina de plusmarcas.
El alemán se impuso con la cifra récord de 392 puntos, 122 más que el inglés Jenson Button -que, junto a su compatriota y compañero en McLaren Lewis Hamilton, también será favorito este año-, y batió el récord de ‘poles’ en una misma temporada que detentaba desde 1992 el inglés Nigel Mansell.
Mansell salió catorce veces desde la primera posición de la parrilla el año que ganó el Mundial. Vettel mejoró su récord y lo dejó en quince, en una temporada en la que todas las ‘poles’, menos una (Corea del Sur, para Hamilton), las copó el sensacional Red Bull diseñado por Adrian Newey, el ingeniero estrella de la Fórmula Uno.
Vettel se aseguró matemáticamente el título en Japón, a falta de cuatro carreras, y se convirtió en ese momento -con 24 años, tres meses y seis días- en el bicampeón más joven de la historia. Le arrebató la última plusmarca de precocidad a Alonso, que lo había conseguido con 25 años, dos meses y tres semanas, en 2006.
El asturiano, que disputará su tercera temporada con Ferrari, única escudería presente en todos los Mundiales desde la creación de la Fórmula Uno, en 1950, buscará, a pesar del pesimismo mostrado tras la pretemporada tanto por su jefe de equipo, el italiano Stefano Domenicali, como el ingeniero jefe, el inglés Pat Fry, su tercer título mundial, el primero con el equipo de Maranello.
Melbourne acogerá el domingo la primera de las veinte carreras de las que constará el Mundial 2012, uno de los más largos de la historia, que concluirá el 25 de noviembre en Sao Paulo (Brasil).
Un certamen que incluye dos pruebas en España -en Barcelona, el 13 de mayo; y en Valencia, que el 24 de junio albergará el Gran Premio de Europa-, que empezarán a alternarse a partir del año próximo. Y que presenta como novedad la recuperación del Gran Premio de Estados Unidos, ausente desde 2007, que se disputará por primera vez en el nuevo circuito de Austin (Texas), en lugar de en Indianápolis.
Un certamen en el que, con el retorno del finlandés Kimi Raikkonen, ganador en 2007, que compitió los dos últimos años en el Mundial de rallys y que acelerará a bordo de un Lotus (antiguo Lotus Renault), habrá seis campeones mundiales juntos en pista: los anteriormente citados más el alemán Michael Schumacher, que tras retirarse después de 2006 regresó en 2010 y disputará su tercera campaña con Mercedes.
El ‘Kaiser’, que con 43 años es el más veterano, es el auténtico hombre-récord de la categoría, en la que, entre otras plusmarcas, detenta siete títulos mundiales, 91 victorias y 68 ‘poles’. Él y su compañero y compatriota Nico Rosberg también querrán decir algo en el Mundial que arranca este fin de semana en Melbourne.
El domingo se darán 57 vueltas al circuito semiurbano Albert Park, de 5,303 kilómetros, para completar un total de 307 kilómetros y medio. El viernes -noche del jueves al viernes, en horario español- comenzarán los entrenamientos libres para el primer Gran Premio del curso.
Con la ausencia de Vitantonio Liuzzi y Jarno Trulli, en la parrilla de Australia no habrá, por primera vez desde 1973, piloto italiano alguno. El mundo hispanoamericano estará representado, por segundo año consecutivo, por el mexicano Sergio Pérez (Sauber) y el venezolano Pastor Maldonado (Williams).
España pierde a Jaime Alguersuari, al que Toro Rosso no renovó su contrato, pero recupera a Pedro Martínez de la Rosa, que, con 41 años, será la cabeza visible de la escudería española HRT, cuyo jefe será el expiloto de Fórmula Uno Luis Pérez Sala.
Y aporta como gran novedad, la presencia de una mujer, María de Villota -hija de otro exconductor de la máxima categoría, Emilio de Villota-, en su caso como probadora del equipo Marussia.
En total, 24 pilotos -cinco de ellos alemanes-, repartidos en doce escuderías, participarán en un campeonato cuyo principal argumento para esperar un hipotético fin de la hegemonía de los Red Bull de Vettel y del australiano Mark Webber será la modificación del reglamento, que prohíbe ahora los escapes soplados.
Pirelli, que seguirá siendo el suministrador único de neumáticos, anunció hace unas semanas que para Australia empleará el compuesto blando (que el espectador podrá distinguir por la raya de color amarillo) y el medio (blanco). Para futuras ocasiones, la raya plateada identificará el neumático duro; y la roja, el superblando.
En los de mojado, el color verde representa el neumático intermedio; y el azul, el de lluvia extrema. Compuestos que la empresa italiana llevará, por precaución, a Australia y, en previsión de posibles lluvias torrenciales, a Malasia, donde dentro de dos domingos se disputará la segunda carrera del campeonato.
EFE
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