Darwin Machís cambió esta semana su uniforme de futbolista por el traje y la corbata. La situación lo merecía. El venezolano era candidato a levantar un galardón, el de mejor jugador extracomunitario de la categoría de plata del fútbol español, en la gala de los premios laliga 2015/2016.
No pudo obtener ese reconocimiento, que finalmente recayó en manos de su actual compañero Alexander Szymanowski, pero su mera presencia en una noche plagada de estrellas sirvió para demostrar que su gran actuación el pasado curso en las filas del Huesca no pasó desapercibida.
Este verano cambió de colores y, cedido de nuevo por el Granada, ha dado un salto adelante para defender el escudo del Leganés el año en el que el club madrileño hace su estreno entre los grandes. Nueva ciudad, equipo distinto y la exigencia que acompaña a todos aquellos que quieren perdurar en la memoria.
“Es un club muy humilde, de familia. Con muy buenos compañeros, pequeño. Aquí tenemos que trabajar al cien por cien cada partido, afrontarlo de una manera muy importante y tratar de sacar los máximos puntos posibles”, explica en declaraciones.
Ahora tiene muchos retos por delante. El primero es convencer a su entrenador, Asier Garitano, de que está capacitado para tener oportunidades: “Lo llevo con tranquilidad. Vengo de jugar en segunda muchos partidos y de hacerlo bien. Sé que estoy en primera, vengo al Leganés, que también ascendió”.
“Me lo tengo que tomar con mucha tranquilidad porque aquí también están muchos jugadores de los cuales subieron. El entrenador es el que decide las cosas y estoy muy tranquilo. Tengo que seguir trabajando como lo estoy haciendo para que me pueda llegar la oportunidad lo antes posible”, indica.
Machís asegura que sigue siendo el mismo del año pasado: “Ahora hay que estar en otro nivel de concentración y de mucha más exigencia porque estás en primera. Lo bueno es que en el Huesca he aprendido muchísimo, maduré mucho y me siento capacitado para dar el salto”.
Natural de Tucupita, este extremo habilidoso que comenzó jugando al fútbol sala y despuntó en el Mineros de Guayana, aún pertenece al Granada. “Yo estoy concentrado en Leganés. Me hacía muchísima ilusión quedarme en el primer equipo del Granada y aportar cosas importantes”.
“No se ha podido dar esto todavía y la verdad es que si no se da ahí tengo que hacerlo en otro equipo. Por eso trabajo día a día para que mi trabajo no pase desapercibido. Sé que lo estoy haciendo bien para jugar en primera división”, completa.
Su idea es no desistir, poder cumplir su sueño de triunfar en España: “Me gustaría seguir creciendo como futbolista, tener oportunidades y hacerlo bien para seguir aquí. Estoy en una liga muy competitiva. Hay jugadores muy buenos, es una liga de alto nivel”.
“Lo que más me gusta es la manera en que juegan cada uno de los equipos los partidos. Mucho toque de pelota, mucha tranquilidad, mucha calidad también. Comparado con otras ligas, esta me gusta mucho”, aclara.
A sus veintitrés años es ambicioso y tiene confianza en sus posibilidades. Sabe que su momento llegará y está preparado para ello. Quiere desplegar su mejor juego, levantar al público con sus cabalgadas, volver a la selección y que los días de lucir elegante en la alfombra roja no dejen de repetirse.
EFE
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